Yukos, el gigante en caída libre

La crítica situación de Yukos, el imperio petrolero creado hace once años en Rusia, disparó los precios del petróleo a máximos históricos con su progresiva caída. La agonía del gigante ruso, que llegó a ser el buque insignia y el modelo de éxito de la empresa privada de Rusia, mantiene en vilo a los mercados mundiales, temerosos ante una posible suspensión en su producción de crudo. En 1995, Yukos, una petrolera estatal creada dos años antes mediante la fusión de la empresa extractora de crudo Yuganskneftegas con tres refinerías, fue privatizada en subasta pública tras la crisis global del sector petrolero ruso.

Era una empresa altamente deficitaria, con infraestructuras obsoletas y grandes deudas, por lo que su subasta no suscitó interés entre los inversores, con la excepción de Menatep, empresa creada por Mijaíl Jodorskovski, que se adjudicó el 78% de sus acciones por 350 millones de dólares. Jodorskovski arriesgó el capital de Menatep y comprometió créditos millonarios en una apuesta que lo convirtió en el hombre más rico de Rusia. El crecimiento de Yukos fue espectacular: una tras otra fue comprando empresas hasta convertirse en la principal petrolera privada del país. Pero la sospecha se cernía sobre Jodorskovski y sus relaciones con el Kremlin terminaron después de que el magnate anunciara su intención de dedicarse a la política y se hiciera público el financiamiento a varios partidos opositores a Vladimir Putin. El 25 de octubre de 2003 Jodorskovski ingresó en prisión acusado de una serie de delitos económicos, por los que está siendo sometido a juicio. La petrolera fue acusada y hallada culpable de evasión impositiva y condenada a pagar U$S 3.400 millones.