Analistas advierten sobre una posible recesión mundial

La demanda y los fondos llevan al petróleo a niveles máximos

El crecimiento y la crisis de producción se potencian con un nivel de especulación pocas veces visto

Los precios del petróleo volvieron a batir récords esta semana, acercándose a los 45 dólares, en un mercado internacional convulsionado por datos reales de una coyuntura difícil, pero afectado también por fantasmas que despiertan temor, desconfianza y especulación.

Rusia y la crisis de su gigante petrolero Yukos, el aumento de la demanda mundial, la impotencia de la Opep, el referéndum que se avecina en Venezuela, las amenazas terroristas en Medio Oriente y los sabotajes en Irak, se unen en un relato excepcional para los operadores que apuestan a la suba. A la hora de enumerar las causas reales del aumento de los precios, se pueden mencionar cinco elementos:

u Demanda a full: El aumento de la demanda mundial previsto en 3,2% para este año, lo que llevaría a 81,4 millones de barriles diarios. Es un fenómeno estructural que tiene su origen en el fuerte crecimiento de países emergentes como China e India, que se suman de este modo a otros grandes consumidores históricos del crudo (EEUU, Europa, Japón). "La demanda de China e India no fue compensada por una baja del consumo en las economías petro-intensivas, como las de Estados Unidos, la Unión Europea o Japón", explicó días atrás Francis Perrin, de la revista francesa Petróleo y Gas árabes.

u Opep impotente: El papel salvador de la Opep, que produce un tercio del crudo mundial, quedó en suspenso esta semana tras las declaraciones de su presidente, el indonesio Purnomo Yusgiantoro, admitiendo la impotencia del cartel para frenar la disparada: "Actualmente, no podemos aumentar la oferta", dijo. Arabia Saudita, que produce 9,5 millones de barriles diarios, podría poner en funcionamiento en septiembre los yacimientos de Qatif y Abu Saafah, que proporcionarían unos 650.000 barriles diarios suplementarios, cifra importante pero no suficiente en la actual situación. Hasta hace algunos años, en el mercado internacional había un exceso de producción de siete millones de barriles diarios. Pero ese superávit se redujo a alrededor de 1,5 millones de barriles.

u Rusos incorregibles: La crisis de la petrolera rusa Yukos y la decisión de Moscú de no dar respiro al gigante petrolero, compromete a uno de los pocos aliados en la pelea por bajar los precios del petróleo. Si bien el viernes se conoció una decisión judicial de levantar el embargo a una de las unidades de producción, el mercado no acusó recibo por la falta de claridad sobre el futuro de la firma.

u Mundo cruel: A estos datos reales se suman amenazas y fantasmas que planean sobre el mercado, generando una desbandada muy conocida en las "corridas cambiarias" que arrasan a países emergentes. Sin el "colchón" de la Opep, toda amenaza se ve con otros ojos. El referéndum del 15 de agosto en Venezuela, que podría decidir la suerte del presidente Hugo Chávez, es el próximo gran peligro. Los fantasmas de una interrupción de la producción en Nigeria (atravesada por conflictos tribales), un atentado de magnitud contra instalaciones petroleras en Medio Oriente, o nuevos sabotajes que paralicen la exportación iraquí, también se agigantan más allá de lo habitual ante la actual situación.

u Especulación feroz: A esto se suma un nivel de especulación,que hasta este año era poco usual en el mercado del petróleo, con los fondos de inversión participando activamente en el mercado. Los expertos, como el ministro de Petróleo de Argelia, Chakib Chelil, opinan que si los fondos de cobertura se retiraran, el precio podría caer inmediatamente varios dólares.


Aunque el salto en los los valores del petróleo no hizo mella aún en el crecimiento de los mercados demandantes, los precios se acercan al tipo de nivel en que podrán ahogar el crecimiento económico y, posteriormente, frenar la demanda de combustible. Recuerdan que los valores se acercan a los de las crisis del 73 y 79, cuando se dispararon fuertes recesiones. Pero lo peor en precios quizás aún no llegó: los analistas acuerdan en predecir precios todavía más elevados este año y en 2005. "Próxima parada, ¿50 dólares?", se preguntó con un tono afirmativo el influyente semanario británico "The Economist". Philip Verlerger, especialista en, señaló: "Necesitamos ver subir las reservas, y para ello necesitamos una gran recesión o un invierno (boreal) realmente suave". Otro factor que podría ayudar a bajar los precios sería un cambio de presidente en EEUU, tras las elecciones de noviembre en ese país. Esto se debe no tanto a que el candidato del partido Demócrata, John Kerry, lidera una campaña para promover el uso de energías alternativas, sino a que muchos ven como menos probable que se involucre en acciones militares en Oriente Medio, algo en lo que sí se ha involucrado el actual presidente, George W. Bush.
La suba del petróleo, que afecta a sectores importantes de EEUU, se coló en la campaña presidencial norteamericana. Mientras Kerry instó a dejar de llenar las reservas estratégicas de petróleo estadounidense, Bush se opuso argumentando que ese enorme stock ahorrado es para casos de guerra.

En noviembre de 2001 Bush ordenó que la reserva estratégica de petróleo, almacenada a lo largo de la costa del Golfo de México, fuera llenada a su capacidad máxima de 700 millones de barriles. La reserva está hoy en un nivel récord de 665 millones de barriles, y sigue creciendo.

Los analistas se preguntan si el petróleo llegará a los 50 dólares en el corto plazo.