"Nunca entré pensando en lo que iba a decir la gente", sostuvo Marino

Varias de las respuestas que utiliza Marino hablan de alguien que está llevando adelante su carrera futbolística con relativa madurez. Por eso no hay sobreactuación cuando se le pregunta de la llegada de Capria y él, como si estuviera parado sobre un eje que divide al bien del mal, convalida el aporte del Mago aludiendo a las virtudes del refuerzo rojinegro.

-¿Creés que la llegada del Mago Capria te quita chances de ser titular en el Apertura?

-Espero que no. Igualmente siempre sirve que se sumen los buenos jugadores. Además no es la primera vez que llega un refuerzo en mi puesto. Tendré que lucharla de nuevo, ya estoy acostumbrado.

-Pese a los bajos rendimientos que mostró el equipo, ¿el Clausura fue tu mejor momento desde que estás en Newell's?

-Sin dudas, además fue el torneo en el que más partidos jugué. Me sentí útil para el equipo, la continuidad te hace entrar a la cancha con otras intenciones, como si supieras que los malos momentos quedaron atrás y todo depende de vos.

-¿Cuándo fue el quiebre de tu relación con la gente?

-Mirá, yo nunca entré pensando en lo que iba a decir la gente. Sabía que si el técnico me daba partidos en algún momento las cosas me iban a salir, no podían ser todas malas. Por suerte pasó eso, porque si en el campeonato pasado hubiera seguido jugando mal todavía me están puteando. Creo que la historia empezó a cambiar después del encuentro contra Arsenal en el Apertura 2003, ahí ya arranqué jugando y no largué más la titularidad.

-¿Cuál fue tu reacción cuando leíste en el diario que Gallego te había apodado el científico?

-Nada, me reí. ¿Qué iba a decirle?

-Pero te cayó bien.

-Sí, esas cosas te demuestran que el técnico piensa en vos, que te tiene en cuenta.

El volante dijo que tener continuidad de partidos resultó clave.