Año CXXXVII Nº 48359
La Ciudad
Política
Economía
Opinión
El Mundo
Información Gral
Escenario
La Región
Policiales
Cartas de lectores


suplementos
Ovación
Campo
Educación


suplementos
ediciones anteriores
Salud 14/04
Autos 14/04
Turismo 11/04
Mujer 11/04
Economía 11/04
Señales 11/04


contacto

servicios

Institucional

 sábado, 17 de abril de 2004

Editorial
Seguridad: ¿misión imposible?

La noticia repercutió en todo el país y mereció, como era lógico, el espacio principal de la tapa de los diarios porteños. Sin embargo, pareciera que la ciudadanía ha desarrollado una especie de acostumbramiento ante la repetición de acontecimientos de tenor similar y en consecuencia no registra la profunda gravedad que en realidad poseen. Nos estamos refiriendo a la detención, en el marco de la investigación del secuestro y asesinato del joven Axel Blumberg, nada menos que del jefe de la División Antisecuestros de la Capital Federal, el comisario Juan José Schettino, sospechado de encubrimiento.

No se trata, evidentemente, de un arresto más en el marco de la investigación de un caso que ha conmovido a la Nación hasta sus cimientos. Si el principal responsable de la estructura más importante del país en materia de resolución de secuestros extorsivos resulta detenido por haber, aparentemente, ocultado información y mentido con el objeto de encubrir a integrantes de la gavilla que asesinó a Axel, queda expuesto el nivel de desamparo al que se encuentra sometida la gente y también el calibre del desafío que deben enfrentar aquellos funcionarios que se han comprometido a erradicar la inseguridad reinante.

Y en ese sentido nadie más emblemático que el recientemente nombrado ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, sin dudas el territorio más profundamente afectado por la incidencia del delito. Sobre las espaldas de León Arslanian -el mismo hombre que presidió el tribunal encargado de juzgar a los comandantes de la última dictadura- recae el peso fundamental de una lucha titánica, con cuyo éxito final se vinculan muchas más cosas de las que una lectura superficial podría sospechar.

Arslanian está convencido de que la Policía Federal padece similares niveles de corrupción que la Bonaerense, la tristemente célebre "maldita policía". La afirmación se torna altamente preocupante, viniendo de quien viene; pero además, Arslanian relaciona de modo directo la eficacia de la fuerza policial con la transparencia del poder político. Y reclama una inversión "monumental" en seguridad, luego de afirmar que "la discusión entre mano blanda y mano dura es estéril".

El elemento más importante de que dispone el flamante ministro para encarar con optimismo el tramo inicial de su ciclópea tarea es el respaldo presidencial a su actual gestión, el mismo que le faltó durante la anterior, que terminó con su intempestiva renuncia en el contexto de un duro enfrentamiento entre Carlos Menem y Eduardo Duhalde. El presidente Néstor Kirchner, que goza de un elevado nivel de apoyo popular, le ha dejado libre el camino.

Es de esperar que la misión que ha encarado Arslanian no resulte imposible. Aunque sin dudas no corresponde especular políticamente con el saldo de su trabajo: de él depende, en verdad, mucho más que la seguridad de los bonaerenses.

enviar nota por e-mail

contacto
buscador

  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados