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 jueves, 01 de abril de 2004

Ayer Uriburu y Circunvalación se convirtió en una playa de estacionamiento
Cientos de camiones invadieron Rosario para descargar cereales
Los choferes protestan por la falta de baños, de asistencia técnica y de seguridad. La postal se repite cada año

Abel Casas llegó a Rosario desde 9 de Julio, provincia de Buenos Aires, y espera desde anteayer para descargar unos 30 mil kilos de soja en la aceitera Patito. Tiene más de 30 años de camionero y asegura que "siempre es igual y a nadie parece importarle. Pasamos días enteros esperando tirados en la calle como perros, sin un lugar donde higienizarnos, ni donde comer". Abel es sólo uno de los cientos de camioneros que ayer estaban bajo la lluvia en Circunvalación y Uriburu esperando para descargar el cereal. Las quejas se repiten desde hace años: no tienen sanitarios ni asistencia técnica, además de quedar expuestos a las inclemencias del tiempo y a los robos que se repiten día a día. A eso se suma el problema de tránsito que se genera en la ciudad y el riesgo de accidentes.

Con cada cosecha queda demostrado que tanto Rosario como las localidades vecinas no cuentan con la infraestructura necesaria para recibir a los miles de camiones que llegan desde diferentes puntos del país. El gobernador, Jorge Obeid, dijo ayer que por ahora sólo hay "paliativos" y señaló que se trabajará con Prefectura Naval, Gendarmería Nacional y Policía Federal en el ordenamiento del tránsito y la prevención de los robos.

Pero para los choferes esto no alcanza. "Es inadmisible, porque además la cosecha recién empieza. ¿Qué pasará en un mes?", protestó Luis Castillo, un chofer que ayer llegó de Chacabuco y que estimaba que recién lograría zafar dentro de tres días.

Castillo lleva 28 mil kilos de soja en su camión y se queja porque "en los últimos años como las cosechas son récord y no tienen lugar para almacenar, agarraron a los camiones de silos. Eso es una locura".

Según datos del 2003, Rosario recibe anualmente más de un millón de camiones y todo indica que este año la cifra crecerá notoriamente. Es que la ciudad y su región concentran el 80 por ciento de las aceiteras del país y de los puertos de la zona sale el 80 por ciento de las exportaciones argentinas de aceites, cereales y oleaginosas.

Sin embargo, ni Rosario ni la zona cuentan con la infraestructura necesaria para recibir el aluvión de camiones.

Ayer el amontonamiento se produjo en Uriburu y Circunvalación, pero la postal ya fue vista días atrás en la autopista que une a Rosario con Santa Fe. Allí, la fila de vehículos que esperaban para ingresar a la aceitera Vicentín alcanzó los 10 kilómetros y parece ser sólo el comienzo, ya que en esa zona se esperan más de 6 mil camiones por día.

Otras veces los camiones se agolpan sobre la avenida Perón (ex Godoy), que llegó a estar cubierta de vehículos a sus costados desde el límite del municipio hasta la cancha de Newell's, en el parque Independencia. Y el tramo construido de la autopista Rosario-Córdoba también fue alguna vez el lugar elegido para estacionar los camiones en espera.


Indignación y bronca
"Es una vergüenza estar en estas condiciones durante días, porque no tenemos ni dónde hacer nuestras necesidades. Da mucha bronca", dijo sin ahorrar vehemencia, Juan Costa, un camionero de Pergamino.

Lo que más indigna a los choferes es que después de esperar durante días en la vía pública, cuando les toca el turno y entran a la aceitera tienen que pagar tres pesos por utilizar la playa de estacionamiento. "Estamos en la calle la mayor parte del tiempo y nos cobran por sólo unas horas", protestó Carlos Ferreyra, de Saladillo (Buenos Aires).

Pero a la hora de repartir responsabilidades, los camioneros no sólo apuntan a los gobiernos municipales y provinciales, sino también a las empresas. "Si Patito tiene lugar en su playón para 200 camiones, que no llame a 600 como hacen. Así nos evitaríamos este calvario", dijo Néstor Echeverría, casi resignado.

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La fila de camiones en la zona de Circunvalación y Uriburu parece no terminar.

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