El titular de la cartera educativa nacional disertó en Rosario

Filmus: "La escuela no debe competir con los medios"

El ministro de Educación de la Nación Daniel Filmus abogó por ver a la radio, la tevé y los diarios como herramientas educativas

“Necesitamos una escuela que acepte el desafío de mirar la realidad, que no sólo la contemple, sino que la transforme”, señaló el ministro de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación, Daniel Filmus, ante un auditorio de 600 educadores reunidos en el teatro El Círculo. Filmus fue invitado por La Capital para disertar sobre “Los desafíos de la escuela y el papel de los medios”, en el marco del 136º aniversario del diario y de los 12 años del programa “El diario en el aula”. En el mismo espacio académico disertó la profesora de la Universidad Nacional de Rosario Liliana Sanjurjo.

Si bien Filmus estuvo en Santa Fe como titular de la cartera educativa en otras oportunidades, la conferencia del martes pasado fue la primera a nivel provincial que brindó desde que asumió su gestión. Según advirtió el ministro antes de lanzarse de lleno a su exposición, la relación entre escuela y medios es muy polémica, por lo que consideraba oportuno “obligarnos a pensar qué podemos hacer de positivo”.

En este sentido, el sociólogo dijo que el mayor temor que rodea a la escuela es pensar que “la educación desaparecerá y será reemplazada por los medios”. Y, en realidad, “una de las cuestiones que nos cuesta aceptar como docentes —agregó— es la idea de la pérdida del monopolio del sistema educativo respecto de la transmisión del conocimiento, de valores y de información”.

En ese momento de la conferencia el ministro Filmus se detuvo en distintos hechos históricos para ligarlos a la educación. Recordó que cuando el sistema educativo apareció en escena compitió con otros sistemas de transmisión de valores y conocimientos institucionalizados hasta ese momento en la familia o en la Iglesia.

Luego apuntó a un hecho tecnológico fundamental para la masificación de la educación y que fue la aparición del libro. “Es un cambio tecnológico revolucionario, permite que la educación se comience a transmitir de generación en generación y sea el elemento central de los valores, la información y los conocimientos que tiene el mundo en un momento histórico determinado”.

Inmediatamente, y en el mismo recorrido histórico que es necesario hacer para entender a la escuela de hoy, Daniel Filmus se remitió a la Revolución Francesa. En este caso lo hizo para analizar el papel del Estado respecto de la institución escolar. “No es casual que la revolución le entregue la economía al mercado, separe la Iglesia del Estado pero guarde para éste la educación. La sociedad capitalista que surge necesita tener el monopolio de la ideología y la manera de ver la sociedad, el monopolio de la información y de los conocimientos. Y para eso usa a la escuela”.

Esa utilización de la escuela como garantía política e ideológica es la misma de la que se valió la Generación del 80 en la Argentina. “Esta generación elige a la escuela para distribuir los valores que tienen que ver con la nacionalidad”, en un momento en que crecía la inmigración. Si bien Filmus reconoció que sin escuela no hubiera habido Argentina, esto también implicó un problema: “La transmisión de una cultura homogénea, la de Buenos Aires, del hombre y del medio urbano, arrasando con la culturas regionales”. Algo que más tarde compararía con lo que hace ahora la televisión.



Valores y conocimientos



La exclusividad de la escuela para transmitir valores y conocimientos dejó de ser tal con la irrupción de los medios de comunicación. Para ejemplificar los efectos de esta idea, el ministro apeló a los números: “Las escuelas argentinas tienen 12 millones de estudiantes de todos los niveles y que todos los días van a la escuela. Esto es muy fuerte —dijo— porque quiere decir que una de cada tres personas está en el sistema educativo”. Pero, inmediatamente, se preguntó en voz alta cuántas más y cuánto tiempo esas personas pasan frente a la televisión y a los medios en general.

Ante esta realidad, Filmus aconsejó a la escuela centrarse en su especificidad —la enseñanza—, también que evite ignorar, competir o aceptar acríticamente a los medios. En este mismo sentido, apuntó a la cantidad de información que producen los diarios, algo que la escuela no puede desconocer, pero que debe medir porque también “trabaja con la historia”. Otra cuestión muy diferente, aclaró, “es ignorar“ lo que pasa en la realidad; por eso sugirió tomar a los medios de difusión como herramientas educativas.

El papel que le toca a los maestros frente a la radio, la tevé y el diario, según palabras del ministro, es claro y decisivo: enseñar a leerlos, trabajar con ellos, mostrar cómo producen y ayudar a entender que portan un lenguaje distinto al escolar. Aquí el ministro destacó los logros alcanzados con el programa nacional Escuela y Medios, donde los chicos participaron activamente con ideas para la tevé, la radio y la prensa escrita.

“Hay que hacer una alianza estratégica entre los medios y la escuela para no formar chicos esquizofrénicos”, dijo Filmus como para diferenciar los valores que transmiten unos y otra. Pero además advirtió que a esta tarea los docente no la pueden hacer solos, la familia tiene que aportar su cuota de compromiso. “Es necesario trabajar fuertemente con ella, para que el chico esté horas y horas acríticamente frente a los medios, tiene que tener la posibilidad de debatir y criticar lo que consume”.

El teatro El Círculo se pobló de educadores.