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 sábado, 22 de noviembre de 2003

Lectura y poemas como formas de expresión
Alumnos de la escuela Julio Bello recrearon textos de Girondo a partir de sus propias realidades

Fabiana Monti / La Capital

Queremos mostrar que acá también pasan cosas buenas y no ser sólo noticia cuando pasa algo malo”, se animó a plantear una alumna del anexo de la Escuela Nº 154 Julio Bello, ubicado en el barrio de quintas conocido como Estación El Gaucho. La reflexión apareció como argumento un tanto tímido y desconfiado del trabajo realizado por los chicos de 8º y 9º años de la EGB de esa institución. Coordinados por su profesora de lengua, María Mercedes Méndez, recrearon el hábito de la lectura, utilizando la poesía como forma de expresión de una realidad donde escasean los recursos, se multiplican las dificultades, pero sobra talento e imaginación.

El disparador del trabajo fue una poesía de Oliverio Girondo (1891-1967) llamada “Agradecido”. El soporte fueron las fotocopias porque, según reclama la docente, faltan libros y los que había “fueron saqueados”. Pero eso no fue un impedimento para que a medida que leyeran distintos textos y analizando los contenidos y recursos, los alumnos pusieran en juego su creatividad.

El trabajo final quedó plasmado en más de 20 producciones donde los adolescentes, que según su profesora manifiestan dificultades para la expresión oral, recrearon su paisaje, sus vivencias y sensibilidades.

Los poemas son extensos y llenos de emociones pero La Capital quiso extraer parte de algunos de los agradecimientos que fueron impresos en papel y que serán compartidos con los docentes y los padres en el acto de fin de curso que realizará la escuela cuando terminen las clases.

Las voces

Sandra Lugo agradeció al espacio, la soledad, el aburrimiento y a la amistad. María San Juan al llanto, a lo negro, a la locura y el silencio. Yanina Avendaño a los trabajos, a la noche, a la escoba y a los ojos, al calor, a la felicidad. Los agradecimientos para Pablo Lazarte fueron para el fútbol, la Argentina, el Tío Rolo y a Menem por la Tv, la heladera y el lavarropa.

Demis Nóbile lo hizo con la música, Iron Maiden, al fuego, los animales, las flores; mientras que Noemí García expresó “muchísimas gracias por el pan, el azúcar, el té, el hoy y el mañana”. También hubo agradecimientos a las madres, como Mónica Ferreira, Jésica Ramírez, Laura Mampel, Jésica Quiróz; o a los abuelos, como la poesía de Nerina, a quien le agradece su paciencia, su cuidado, su ternura.

También hubo quienes agradecieron a sus familias, como Emanuel Alexander, Nahuel Ochoa —quien además destacó su alegría por haber sido “adoptado por Rosario como uno más”—. Románticas, Viviana Meza, Cecilia Díaz, Ayelén Hereñú entre otras alegorías, agradecieron al amor.

La música, la diversión y el tiempo libre, también fueron el eje de algunas prosas como la de Gustavo Vasallo, Néstor Pucheta, Claudio Sánchez y Sebastián Fleita que — aunque duros en apariencias— los hombres también mostraron su lado sensible; igual que Diego Godoy, que también agradeció a las mujeres.

El paisaje que los circundan también quedó plasmado en las distintas expresiones como las lagartijas, el viento y las fogatas, en el texto de María San Juan. También hubo algunas expresiones que mostraron el desamor, el rencor junto con la amistad y el amor como la de Yésica Florentín o algunas como la de Jésica Quinteros que agradeció “a lo que viene, a lo que se va, a la libertad y también a Dios”.

Finalmente, y entregados tímidamente a último momento, Miguel Angel Gallardo, agradeció a Rosario Central, al río y también al poema mientras que Ricardo Silva, destacó sus gracias por “lo que nunca pido, piedad, perdón, años y amor”.

Aún con sus vicisitudes y sus carencias, en todas las prosas hay un agradecimiento a la vida, mensaje que permite trascender la barrera de las imposibilidades. Aún cuando la profesora señale las dificultades expresivas para comunicarse, la metáfora les permitió comunicar sus deseos, emociones y sensibilidades, recursos todos disparados por la lectura.

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Los versos reflejan sus vivencias.

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