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sábado,
24 de
noviembre de
2007 |
Triple crimen: el chico iba a matar a la mujer
Paraná.— “¿Qué haces guacho de mierda? ¿Qué haces hijo de puta?”. Estos insultos, en boca de Miguel Bressan, fueron el detonante para que Matías, su hijo de 17 años, lo matara también a él y a su medio hermano además de a la mujer de su padre. Según confiaron fuentes cercanas a la pesquisa la masacre en la quinta de Colonia Yeruá comenzó cuando Matías hirió de muerte a María Ofelia Taleb, la única víctima que tenía en mente, y su padre lo insultó.
“Sólo quería matar a la gorda (por María Taleb)”, confesó Matías al ser consultado sobre los motivos que lo llevaron a ejecutar el domingo pasado a las tres personas en la villa entrerriana ubicada a 30 kilómetros de Concordia.
La motivación. Discriminación y padecimientos económicos. Esto fue, para los pesquisas que trabajan sobre el triple crimen, lo que llevó a Matías a matar.
Las fuentes de la investigación admitieron que el pibe de 17 años relató ante la Justicia que su padre le pasaba a su madre —con quien mantenía además una relación paralela— sólo 700 pesos por mes, lo que les impedía vivir dignamente. Bressan estaba casado con Taleb desde hacía 16 años y tenían un bebé de un año y ocho meses.
Vida de pobres. El adolescente —único imputado por el triple homicidio—, su madre y sus tres hermanos (que según la mamá del acusado son también hijos de Bressan, aunque no fueron reconocidos por el abogado) ocupan una precaria vivienda situada junto a un arroyo, en la que funcionó un taller mecánico.
Los voceros explicaron que a lo largo de su declaración sobre lo sucedido, el chico imputado insistió en la fuerte discriminación que sufría junto con sus otros tres hermanos de parte de su padre.
Según el relato del pibe, Bressan cada vez que iba a su casa —lo que aparentemente hacía diariamente— no prestaba atención a sus hermanitos de 6, 12 y 15 años “porque para él no existían”. El chico reconoció que su padre, cada vez que su mujer se iba de viaje, llevaba a su familia a la casa del campo donde ocurrió el triple crimen y que, a veces, cuando Taleb se enteraba, “había grandes discusiones”.
En su declaración judicial, el imputado expresó que la esposa de su padre cada vez que lo veía le gritaba “bastardo de mierda”. El joven sigue internado en una clínica de Concordia a disposición del juez de Menores, Rodolfo Jauregui, quien se hizo cargo de la causa al declararse incompetente el que instruyó la pesquisa, Maximiliano Benítez. l
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