Fin de la transición

Central anoche no mereció perder. Incluso le faltó astucia para noquear a un Tigre que no parecía estar peleando el campeonato mano a mano con Lanús y Boca. Pero la única verdad es la realidad y los resultados marcan que los canallas están muy cerca de terminar como el peor equipo del torneo.

   Saber cerrar los partidos refleja la estatura futbolística de un equipo y este Central es demasiado petiso en ese aspecto. No lo puede disimular. Anoche volvió a ser vulnerado cuando el empate estaba sellado.

   Hugo Galoni vino a colaborar y agarró un fierro demasiado caliente. El técnico interino se esfuerza al máximo para levantar la autoestima del plantel pero es un hecho que con eso no alcanza para lograr la ansiada reacción.

   Además la incertidumbre acerca de la desiganción del nuevo entrenador le está jugando una mala pasada a todos. A los jugadores, porque no saben qué les deparará el destino. Y al cuerpo técnico actual, porque es consciente de que está con un pie afuera.

   Así es muy difícil revertir el presente y comenzar a sumar esos puntos que mañana pueden ser irrecuperables. Lo más sensato sería aclarar el panorama lo antes posible. Que el nuevo técnico, que probablemente será Madelón, tome las riendas de inmediato para que el equipo encuentre un nuevo rumbo futbolístico, que lo saque de la angustia y la asfixia.

   Central no se puede dar el lujo de tener a su nuevo entrenador observando en la platea porque quedan seis puntos cruciales en disputa hasta el final del torneo Apertura y precisamente los tres del viernes se jugarán ante un rival directo (San Martín de San Juan) en esta lucha titánica por mantener la categoría.

   Además, estas dos fechas que vienen serían clave para que el nuevo conductor conozca más profundamente en la práctica a sus dirigidos y vaya pensando los cuatro refuerzos a los que deberá apelar para potenciar al plantel y sumar jerarquía.

  Hay 21 fechas por delante y ya no queda margen de error. En junio se hablará de permanencia, promoción o descenso. Todavía no está dicha la última palabra. l