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sábado,
24 de
noviembre de
2007 |
Horas de mucha
angustia
Flavia Beliú, esposa de Pablo Beliú, uno de los tripulantes argentinos del crucero Explorer, dijo que la familia pasó “horas de mucha angustia” entre que conocieron la noticia del naufragio y que su marido llamó desde un teléfono satelital.
“Me enteré por televisión y fue un momento muy feo, para nada grato. No me gustó nada y estuve llamando a distintas personas sin saber nada. Fueron como dos horas de total incertidumbre”, relató Flavia.
Ella y su esposo son residentes de Ushuaia y no tienen hijos. Pablo Beliú era uno de los “Zodiac driver”, encargado del trasbordo de los pasajeros a los lugares a los que va el navío y en donde no hay muelles. Habitualmente pasa cuatro meses a bordo.
Esa especialidad hizo que el tripulante ushuaiense fuera uno de los que más trabajó durante la evacuación, mientras se hundía el buque. Recién cuando finalizó la difícil tarea y todos estuvieron a salvo en el crucero de placer noruego Nordnorge, Beliú pudo llamar a su esposa desde un teléfono satelital que le facilitaron los rescatistas.
“El estaba muy bien de salud, por suerte. Me relató que pasaron mucho frío nomás, en la evacuación que duró toda la madrugada”, comentó feliz Flavia.
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