De logros y dificultades

Uno de los logros de las olimpíadas de matemática es mostrar un camino diferente para que esta materia deje de ser “la mala de la escuela”. Las propuestas de enseñanza se basan así en problemas de ingenio y en actividades donde predomina el razonamiento por sobre la memoria y la repetición.

Estos buenos resultados se contraponen con las dificultades que los alumnos de todo el país muestran en esta asignatura. De hecho, en el último Operativo Nacional de Evaluación realizado en el 2005, y cuyos resultados se difundieron hace pocos días, se conoció que los alumnos que terminaban el secundario y se incluyen en un nivel medio de desempeño, tienen dificultades para “aplicar sus conocimientos numéricos, algebraicos, geométricos y estadísticos en la resolución de problemas complejos”; en tanto que en un nivel bajo de rendimiento escolar las dificultades pasan “por utilizar conceptos y procedimientos en la resolución de problemas medianamente complejos, y en resolver problemas que no sean de rutina o que involucren conceptos matemáticos complejos”.

Algo parecido pasa con los chicos que finalizaron el segundo ciclo de la EGB al momento de la evaluación (6º año), y que en un nivel medio de desempeño escolar mostraron obstáculos para “resolver cálculos con las cuatro operaciones básicas con expresiones decimales”, además de “situaciones problemáticas muy complejas que requieran del uso de las cuatro operaciones básicas”.