La clave del secundario

“El que logre arreglar en el país el problema de la escuela media es Gardel, me dijo una vez un amigo y tiene mucha razón”, comenta Mariano Narodowski para graficar una preocupación nacional: la crisis del secundario.

Es más: anticipa que “para cumplir con la obligatoriedad faltan escuelas”. Se propone que este nivel de escolaridad sea uno de los focos de su trabajo y sin demoras adelanta que se centrará en que “no se vayan más chicos del sistema” y “en no transar calidad por permanencia”.

“La cuestión de fondo para encarar los cambios está en lo organizacional. No puede ser que los chicos escuchen 11 conferencias diarias de 11 profesores diferentes, nada tiene que ver eso con la relación con el conocimiento”, explica.

Su propuesta pasa por pensar un modelo escolar apoyado en “la coordinación por departamentos, por áreas, con más trabajo en equipo, con docentes por escuelas y no por materias”.

Aunque asegura que empezará a trabajar en la identificación de escuelas que apuesten a estos cambios, reconoce que son difíciles de concretar si no se dan a nivel nacional y en el medio de una disputa que enfrenta al líder del PRO, Mauricio Macri, y a la presidenta electa, Cristina Fernández de Kirchner.

Y a pesar de que confiesa que “Filmus no le habla”, define como muy buena su relación con el nuevo ministro de Educación nacional, Juan Carlos Tedesco, con el cual espera tener un vínculo de “trabajo y consenso”.

Respecto de la educación superior, Narodowski quiere poner el acento en la formación técnica. “En Buenos Aires ha crecido mucho la oferta privada en las tecnicaturas, no tengo nada contra este ámbito, pero ha sido en detrimento de lo estatal”.

En otro orden, el educador y futuro ministro señaló que “habrá educación sexual a full” y que la Ciudad de Buenos Aires seguirá con el modelo de 7 años de primaria y 5 de secundaria, a la vez que consideró que para su gestión “no es prioridad discutir la ley de educación”. Más aún: asegura que la gestión de Kirchner muestra las leyes sancionadas en materia de educación como logros, aunque se ha demostrado que “no solucionan los problemas”.