El gobernador negó designaciones políticas de última hora en la EPE

El gobernador Jorge Obeid negó ayer que la Empresa Provincial de la Energía (EPE) haya realizado nombramientos de tinte político y de última hora y atribuyó esa versión a una “fuerte interna” entre la Asociación del Personal Jerárquico de la compañía, denunciante de la supuesta irregularidad, y el Sindicato de Luz y Fuerza. No obstante, el futuro ministro de Gobierno y Reforma del Estado, Antonio Bonfatti, confirmó que se revisarán todas las designaciones hechas por la administración saliente.

   “No se coman el amague de un conflicto entre dos gremios”, advirtió sin eufemismos Obeid, de paso por Rosario. Luego enfatizó: “Desmiento absolutamente los nombramientos en la EPE”.

   El mandatario provincial advirtió que, “cuando hay una transición, en la empresa siempre se registran estos conflictos y parece que quieren demostrar que la EPE no es de los consumidores ni del Estado sino de los gremios o de esa cosa extraña que son los jerárquicos”.



La herencia. “Lo que hay es una fuerte interna entre dos sectores que se pelean para ver cuál de ellos realiza nombramientos antes del cambio de gobierno”, añadió Obeid, quien sentenció: “Vamos a dejar las cosas ordenadas”.

   Bonfatti, en tanto, aclaró que la próxima gestión de Hermes Binner “no perseguirá a ningún trabajador, pero si hay dudas sobre nombramientos políticos o por conveniencia, hará un control de legalidad sobre los decretos firmados en cada área”.

   En rigor, el propio Binner ya había instalado el debate al afirmar en su momento que los nombramientos a nivel general en la administración pública santafesina “son un exceso”.

   El directorio de la EPE, en tanto, no rompió el silencio y sólo difundió un comunicado oficial en el que reconoció que “en estos momentos se discute con las organizaciones gremiales las necesidades de cobertura para las áreas de servicio en verano y de operaciones e ingeniería en el mediano plazo”.

   El texto destacó que los nombramientos se realizarán “en el marco de la transición y consultando a las autoridades entrantes” y que durante los últimos cuatro años hubo 236 bajas y 289 altas, de un total de 3.200 empleados.

   Después de precisar que “los últimos ingresos numerosos se produjeron en las áreas de distribución y control de pérdidas en diciembre de 2006”, la empresa resaltó que en 2007 se registraron “82 bajas (por jubilaciones y muertes) y nueve altas”.

   La estadística fue avalada por el secretario general de Luz y Fuerza de Rosario, Alfredo Romero, quien el jueves pasado se entrevistó con el titular de la EPE, Luis El Halli Obeid, para interiorizarse de la situación a partir del planteo de los jerárquicos.

   Romero aseguró tener “información fehaciente” y la desgranó: “Venimos encarando con las autoridades una gestión para cubrir esas bajas. Me notificaron acerca de 70 carpetas en toda la provincia (en Rosario habría unas 30). Todos los ingresos son en el nivel inicial, con la categoría más baja, y en las áreas de servicios”.

   Respecto de la interna denunciada por Obeid, advirtió que “en Rosario el 99 por ciento del personal está afiliado a Luz y Fuerza, aunque tal vez en la ciudad de Santa Fe la realidad sea otra”.

   Paralelamente, y procurando zanjar la controversia, el comunicado de la empresa concluyó: “Todos los movimientos de recursos humanos son transparentes y deben pasar por los controles internos y externos, respetando las normas vigentes”.

   Manuel Luna, titular de la Asociación del Personal Jerárquico, había revelado la realización de nombramientos que apuntarían a garantizar la continuidad laboral de personal ligado a cuestiones políticas.

   El dirigente habló también de la creación de nuevas áreas con dudosa funcionalidad. También señaló que la mayoría de los ingresantes “lo hicieron por temas políticos y no profesionales”.

   Incluso fuentes confiables aseguraron a La Capital que “hay cuatro nuevas áreas, con tres unidades cada una, lo que arroja un total de doce flamantes secciones”. Sobre los montos a percibir por sus integrantes deslizaron que “es un buen premio”. l