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 domingo, 04 de noviembre de 2007  
Gran Bretaña quiere un registro de ADN hasta para delitos menores
La intención de gobierno es resistida por especialistas y por grupos de derechos humanos

En septiembre de 1987 Colin Pitchfork, un panadero del centro de Inglaterra, se convirtió en el primer criminal del mundo en ser detenido por su ADN, por la violación y el asesinato de dos jóvenes de 15 años por los que al año siguiente fue sentenciado a prisión perpetua. Veinte años más tarde, el análisis de la sangre, el cabello, la saliva o el semen en las escenas del crimen es algo siempre presente y ha ayudado a solucionar cientos de miles de crímenes. Pero el alcance de la revolución forense está causando malestar en Gran Bretaña, donde el gobierno está considerando extender el radio de acción de las pruebas de ADN permitiéndole a la policía tomar muestras de personas que cometen delitos menores, como arrojar basura a la calle.

El caso de la niña británica Madeleine McCann, quien desapareció en Portugal, ha planteado interrogantes sobre la moderna confianza en la evidencia del ADN, después de que se multiplicaran las teorías basadas en resultados parciales, gracias a los numerosos rastros de evidencia biológica.

Alec Jeffreys, el profesor de genética que en 1984 inventó la huella de identificación del ADN y pasó a ayudar a la policía a resolver el caso Pitchfork, está justificadamente orgulloso de su descubrimiento pero aún así está preocupado. Teme que la sociedad no haya podido comprender los asuntos éticos de la recolección de ADN, su potencial de abuso y las limitaciones del análisis genético. “La legislación ha quedado seriamente atrasada con respecto del uso de la base de datos”, dijo.

El debate ha llegado a una encrucijada en Gran Bretaña, donde más del 6 por ciento de la población, es decir 4 millones de personas, están en la base de datos nacional de ADN, un porcentaje mucho mayor que en cualquier otra parte del mundo. Estados Unidos cuenta con 5 millones de perfiles para una población de cinco veces ese tamaño.

Sin consentimiento. Bajo reglamentos del año 2001, el ADN puede ser extraído sin consentimiento de cualquier persona arrestada por un crimen serio o “registrable” y conservado incluso si un individuo es inocente. En Escocia, las muestras deben destruirse si no hay acusación.

Dos hombres ingleses libres de cargo y culpa de crímenes están desafiando los reglamentos sobre el ADN en la Corte Europea de Derechos Humanos, pero las autoridades británicas están discutiendo la expansión, no la reducción de la toma de muestras.

Nuevas propuestas de gobierno le permitirían a la policía catalogar el ADN de las personas arrestadas por crímenes “no registrables,” como arrojar basura y delitos viales menores.

Para empeorar las cosas, el mes pasado un importante juez solicitó que los detalles genéticos de todas las personas que viven en Gran Bretaña, y de todos aquellos que visiten el país, sean agregados a la base nacional de datos de ADN, en una medida calificada como “escalofriante” por el grupo de derechos humanos Liberty.

Un destacado comité de expertos en ética de Gran Bretaña, el Consejo Nuffield de Bioética, ha solicitado un cambio de política en torno al tema.

Tales dilemas sólo aumentarán con nuevas técnicas como la búsqueda familiar, que rastrea a parientes de criminales que posean un perfil genético similar, y los llamados “identikits”. La elaboración de una identidad utilizable en base a las muestras recogidas en una escena del crimen todavía no es una realidad, ya que los científicos por ahora sólo pueden distinguir género, cabellos rojos y pautas poco confiables.

Pero los estudios están avanzando rápidamente.

Jeffreys advierte que el ADN nunca será una varita mágica, particularmente cuando los expertos están trabajando sólo con rastros de evidencia biológica, como en el caso de la británica Madeleine McCann, quien desapareció en Portugal en mayo último.

La policía portuguesa declaró a los padres de Madeleine Kate y Gerry sospechosos después de recibir resultados parciales.

“Si estás recolectando ADN de sólo unas pocas células, no puedes saber si esas células son necesariamente relevantes para el hecho criminal o no”, dijo Jeffreys. “El ADN no lleva escritas las palabras «inocente» o «culpable» en él”, concluyó. (Reuters)


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Alec Jeffreys, el inventor del ADN...

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