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domingo,
04 de
noviembre de
2007 |
Fierros locales a la conquista del mundo
El show room de Las Parejas dejó buenos negocios. Venden 40 equipos a Rusia
Leonardo Stringaro
Alta nivel de tecnificación y desarrollo, complejidad e innovación. En esos términos definieron las catorce delegaciones extranjeras que participaron del Salón Internacional de la Maquinaria Agrícola realizado en las localidades santafesinas de Las Parejas y Armstrong, a la producción que se genera en el cluster regional del sector.
El encuentro, organizado por los gobiernos de Santa Fe, Córdoba, el Inta y el Ministerio de Economía de la Nación, se convirtió en un escenario óptimo para los principales empresarios del sector de la maquinaria agrícola que están avanzando en la consolidación del cluster con epicentro en Santa Fe, una provincia que concentra el 48% del total del mercado nacional del rubro.
El encuentro también sirvió para testear la situación internacional en el sector y cómo se comporta la demanda para avanzar en el mejoramiento de equipos y estar a la vanguardia en materia de innovación. “Eso se consigue pensando en la exportación como una necesidad para adquirir una competitividad global pero con la referencia de que la maquinaria proviene de uno de los mercados más exigentes a nivel mundial, como es el argentino”, dijo Mario Bragachini del Inta Manfredi.
La Argentina, que cerrará el año con ventas cercanas a los 1.000 millones de dólares en implementos agrícolas, debe asumir el hecho de que 450 millones de dólares se los lleva la importación de partes para terminar el ensamblaje de sus propias máquinas. Por eso, los fabricantes hablan de escala, facturación y exportación para ser competitivos pero también se preparan para alcanzar un desarrollo global, ajustando normas, estándares de calidad y mejorando la presentación de sus productos.
El Este está cerca
Si Venezuela se perfila como un mercado digitado por la conveniencia política, Europa del Este aparenta ser a futuro el más claro comprador del cluster argentino, en principio porque Rusia, con la política de Putín avanza sobre una plataforma productiva compuesta por 200 millones de hectáreas agrícolas y otros 100 millones que serán destinados a la ganadería, con un esquema de alimentación a base de pasturas. Además, antes de 2050 busca posicionarse como uno de los principales productores de granos del mundo.
Para dar este salto la tecnología es clave. Es en ese punto donde la Argentina puede sacar ventaja, ya que se posiciona como el principal proveedor de maquinaria agrícola.
En rigor, el país es una potencia en fabricación de sembradoras, pulverizadoras y otros implementos adaptados a la siembra directa, agricultura sustentable o la labranza cero. Así lo entiende Anatoli Ustiuzhanin, el presidente de la Asociación de Soja de Rusia, que compró 20 sembradoras y 20 pulverizadoras en el país para un grupo de productores rusos que cultivan parcelas de entre 200 y 500 mil hectáreas.
“Nos interesan pulverizadoras con tanques de gran capacidad, silos de almacenaje y sembradoras”, remarcó el empresario ruso, aunque reconoció que en tractores y cosechadoras Argentina no es competitiva por calidad y precios. Por ahora, Crucianelli, Apache, Bertini, Pla, Super Walter y Bernardín, son las marcas más reconocidas en Europa del Este.
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