|
domingo,
04 de
noviembre de
2007 |
Críticas a la habilitación de un boliche de la costa
Los vecinos de Puccio y el Paseo Ribereño dicen que no tienen “paz”. Al menos así viven los fines de semana desde el viernes 12 de octubre, cuando abrió el boliche Jade y ya “no se puede dormir”. Pero eso no es todo, aseguran que la Municipalidad cometió “irregularidades” a la hora de poner en funcionamiento el registro de oposición que habilita a los habitantes de la zona a manifestarse en contra de la apertura de locales bailables.
“Esto es terrible”, sintetizó Mirta Fuentes, cuya casa linda con el lugar. “En la Municipalidad dicen que lo habilitaron como peña, pero esto es un boliche y la primera noche no sólo no se pudo dormir, sino que además eran más de las cinco de la mañana y seguían con la música a todo lo que da”.
Las habilitaciones en esa esquina tienen su historia. En enero pasado, aunque los vecinos firmaron en contra de la apertura de La Bajada y el municipio negó la habilitación, el boliche abrió.
Es más, el caso resonó porque se trataba de la primera vez que se ponía en marcha la reglamentación de los registros de oposición que habilitaban a los vecinos linderos y de hasta 50 metros a la redonda a autorizar o no que se abriera un comercio de este tipo. El resultado había sido contundente: de los 7 habilitados para votar, 5 se opusieron.
Denuncia. Desde hace tres fines de semana funciona Jade y, de acuerdo a los dichos de los vecinos, “hubo irregularidades”.
A la hora de enumerarlas, Fuentes dijo que “primero la notificación llegó a un sólo vecino, cuando son más de diez los habilitados para firmar en contra; y el sello dice que arribó el 6 de junio pasado cuando en realidad la dejaron el 8. Además, la norma indica que los vecinos tienen diez días hábiles para firmar y cuando algunos fueron el 14 de junio habían cerrado el expediente de prepo”.
El problema ahora es que “no se puede dormir”, afirmó la mujer. Más aún, el primer fin de semana los vecinos intentaron comunicarse con el municipio para hacer la denuncia por ruidos molestos, pero no lo lograron. “Era imposible, eran casi las 6 de la mañana, la música seguía y tuvimos que llamar a la GUM”, concluyó la mujer, que vive en Superí al 200.
Lo cierto es que ahora los habitantes de la zona evalúan realizar una “presentación a través de la Justicia”, ya que en la Intendencia no encontraron respuestas.
“Nos dijeron que hagamos la denuncia por ruidos molestos, cuando acá el problema es que el procedimiento no se cumplió de acuerdo a la normativa que está vigente”, protestó otro vecino de la zona.
enviar nota por e-mail
|
|
|