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domingo,
04 de
noviembre de
2007 |
La victoria
de Cristina
El 28 de octubre, 8.194.829 de argentinos votaron por la continuidad de un gobierno que en cuatro años y medio disminuyó la pobreza y la desocupación e hizo incrementar notablemente el ritmo de desarrollo de la economía. Como en 1989, 1995 y 1999, el bolsillo impuso condiciones. Cristina Kirchner ganó a lo largo y ancho del país, salvo en el feudo de los hermanos Rodríguez Saá, en Capital Federal, en Córdoba y en importantes centros urbanos. Además, a partir del 10 de diciembre gobernará con el control absoluto del Congreso. Sin embargo, la flamante presidenta electa lejos ha estado en estas horas de mostrar efervescencia triunfalista, o de adoptar una postura petulante y soberbia. Hizo muy bien. Los resultados de los comicios indican que ese fenomenal porcentaje que obtuvo (45%) sólo constituye la primera minoría. En efecto, si 8.194.829 argentinos la votaron, 18.895.363 (resultado de restar ese 45% del número total de electores habilitados para votar) no lo hicieron. De esa inmensa marea humana, 7.654.104 se quedaron en su casa, 4.189.027 eligieron a Carrió, 3.082.197 lo hicieron por Lavagna y 2.783.374 se decidieron por las otras once fórmulas que compitieron. El resto de los votos pertenece a la categoría de "en blanco", "nulos" e "impugnados". Estos números son por demás elocuentes. Constituyen un claro mensaje de la ciudadanía en el sentido de que si no gobierna como corresponde dentro de cuatro años, quien la reemplace pertenecerá a una fuerza política que no será el Frente para la Victoria.
Hernán Andrés Kruse
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