Chile

Puerto Natales: calidez en el sur

Los principales atractivos de la ciudad son su gente y la cercanía al Parque Torres del Paine

Puerto Natales está ubicado al sur de Chile y es uno de los puntos obligados para quienes buscan conocer el Bosque Nacional Torres del Paine, reconocido por los montañistas de todo el mundo como uno de los más bellos de América. Su estilo pintoresco y la hospitalidad de sus habitantes hacen de este pueblo austral, un sitio sumamente cálido.

Si bien existe la posibilidad de alojarse directamente en Torres del Paine, Puerto Natales reúne otros atractivos por los que vale la pena conocerlo. El estilo pintoresco de sus construcciones, la calidez de sus pobladores y los mariscos frescos que se pueden degustar en los restaurantes hacen de este pueblo de pescadores un paraje ameno y confortable.

Asimismo, desde Puerto Natales se pueden tomar excursiones en lancha y navegar hacia los ventisqueros Serrano y Balmaceda, recorriendo el Canal de las Montañas y algunos fiordos. Otra alternativa es la de visitar los numerosos glaciares que pueblan el Parque Nacional Bernardo O'Higgins y el Campo de Hielo Sur, y dan vida a una gran cantidad de lagos.





La Cueva del Milodón

Veinticuatro kilómetros al norte de Puerto Natales se encuentra la Cueva del Milodón, donde fueron hallados los restos de un animal de más de 10 mil años de antigüedad. Hace más de un siglo, el colono alemán Hermann Eberhard halló en el interior de esta cueva un pedazo de piel seca de 1,5 metros de largo y 0,90 de ancho. Recién en 1951, los investigadores analizaron los huesos que estaban adheridos a aquella piel y concluyeron que se trataba de un milodón, una especie prehistórica que alcanzaba 2,5 metros de altura y tres toneladas de peso. En la actualidad hay un museo de sitio, erigido en la entrada de la cueva, que permite conocer más a fondo los orígenes de este animal y su historia.



Origen del pueblo

Puerto Natales, desde sus orígenes, ha sido un lugar de trabajo y dinero. Cientos de inmigrantes europeos y chilotes llegaron a laborar a la región debido a que los grandes estancieros necesitaban un gran número de obreros para trabajar con los rebaños de ovejas.

El oro blanco comenzaba un ciclo de prosperidad que no se detendría hasta los años ’70. Con el cierre del frigorífico Bories, los trabajadores de Natales encontraron un nuevo sustento en la mina de carbón más grande de Argentina en el cercano poblado de Río Turbio, lo que generó grandes ganancias y un crecimiento constante. Hasta hace unos pocos años era común encontrarse con una mayoría de mujeres natalinas durante la semana y casi ningún hombre, puesto que solamente los fines de semana volvían al país. Hoy Puerto Natales apuesta al turismo.

El fenómeno del turismo ha calado rápido y hondo en los natalinos. Con sólo recorrer las calles se pueden divisar carteles indicando “lodges”, “laundries”, “backpackers” y otras terminologías anglos que se pueden ver en los principales centros turísticos del mundo y que inundan varias calles del pueblo.

Una gran cantidad de hoteles, hostales y residenciales se han abierto como respuesta a los más de 70 mil turistas que anualmente llegan al pueblo, prácticamente el triple de su población normal, en búsqueda de la naturaleza en su estado más puro. Estimaciones del Sernatur, indican que en un plazo de tres años la cantidad de visitantes debería llegar a 280 mil personas, todo ello por un plan de promoción a nivel mundial que el organismo ha diseñado para potenciar la Patagonia chilena.



Atractivos

Costanera Pedro Montt: Ubicada al ingreso de la ciudad, bordea el canal marino Señoret, y es un excelente lugar para tomar fotografías de una gran variedad de aves acuáticas y una vista hermosa del Seno de Ultima Esperanza y la península Antonia Varas. Si se observa al norte se puede obtener una hermosa vista del Glaciar Serrano y Balmaceda.

Plaza de Armas Arturo Prat: La plaza principal se localiza en el centro de la ciudad. Se puede divisar la iglesia parroquial, una construcción con hermosas líneas arquitectónicas construida en 1930. En su interior se puede ver una pintura procedente de Italia que recrea la historia de la Iglesia en la zona. En la plaza se encuentra el edificio comunal de la localidad, una casa con un gran valor histórico que representa la arquitectura inglesa de principios del siglo XX. En el centro de la plaza, rodeada de pinos podados en formas circulares, se encuentra la locomotora que unía a Natales con Bories.

Museo municipal: Ubicado en la calle Bulnes, exhibe una muestra de objetos arqueológicos y otros dedicados a la historia local con exposición de antigüedades y artículos que relatan la historia de la provincia, como del capitán Eberhard, el frigorífico Bories y la Sociedad Ganadera Tierra del Fuego.

El Mural: En calle Phillipi, se ubica un bello mural que cuenta la historia de las etnias Kaweshkar y Aonikenk, que vivieron entre el mar y la pampa hasta fines del siglo XIX.

Puerto Prat: Tomando por el kilómetro 8 camino a Torres del Paine se debe seguir hacia la izquierda para llegar al kilómetro 20 y poder así contemplar el bello puerto emplazado en la puntilla del fiordo Eberhard. Fue el primer centro poblado por estas latitudes, se estableció en 1897 y fue declarado puerto al año siguiente. Tuvo comunicación con telégrafo en 1904 desde Punta Arenas. Era el principal puerto hasta las fundaciones de Natales y Bories. Hoy quedan casas con la arquitectura típica de los inmigrantes extranjeros de principios de siglo y un cementerio en una pequeña isla.

Cerro Dorotea: Ubicado a 8 kilómetros de la ciudad es una formación montañosa que se eleva 300 metros sobre la pampa magallánica, ofreciendo un excelente mirador del Seno de Ultima Esperanza. Aquí se pueden realizar cabalgatas, caminatas o excursión en vehículo hasta su cima.

Muelle de pescadores: Lugar con cientos de embarcaciones pequeñas y medianas, y con una envidiable vista sobre el canal Señoret.

Otra opción: Se recomienda una travesía marítima hacia el glaciar Balmaceda y Serrano; la Cueva del Milodón; o conocer una de las estancias en las que vivieron los ingleses dueños de la sociedad explotadora.

Si se quiere comer algo típico hay que llegarse al restaurante “Don Chicho”. En éste lugar el viajero puede degustar carnes de cordero y cerdo. Infaltable es un buen trago en “Ruperto” atendido por un inglés, o al novedoso “Kaweskar Lounge”. En cuanto a la posibilidad de adquirir productos típicos, éstos se pueden comprar en “Don Genaro”, a un costado del hotel Costa Australis.

Pero más allá de estos datos, Puerto Natales posee un encanto propio. Una tranquilidad viva en sus calles, donde las casas aún no tienen rejas y los niños gozan jugando en la calle. Hay cordialidad y buen trato para el visitante, pero también se sorprenden vivamente si se demuestra amor por sus raíces, por su historia y por sus gentes.

Puerto Natales no es solamente un lugar de paso hacia las Torres, pero eso es un secreto que aún los visitantes no ven. Mire bien y déjese sorprender.

El pintoresco puerto del sur chileno.