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 domingo, 14 de octubre de 2007  
La cría de galgos crece en pueblos santafesinos
Aunque no se practican carreras en la provincia, hay más aficionados a esta disciplina milenaria

Luis Emilio Blanco / La Capital

La cría y entrenamiento de galgos cautiva a numerosos aficionados a las carreras de estos perros de características tan especiales. En ese marco los dueños santafesinos tuvieron resultados excepcionales que les permitieron ocupar un lugar destacado en el podio de los campeones en el país, sin que las competencias se practiquen en la provincia.

   Más allá de esa circunstancia, que los condiciona a recorrer grandes distancias para competir, casi en cada localidad santafesina existen criadores de galgos de carrera.

   Para la práctica de esta disciplina es posible concurrir a los organizados canódromos ubicados en ciudades de Tucumán, Córdoba, Buenos Aires, Entre Ríos y Santiago del Estero. Todos los fines de semanas, incontables apasionados santafesinos se trasladan para participar.

   Los orígenes de las carreras de perros se remontan al inicio de la civilización. Quienes investigan sus comienzos dicen que los fenicios y egipcios desarrollaron una disciplina que, con el correr del tiempo, se arraigó en Europa occidental.

   Desde entonces, la pasión exaltó emociones y disparó controversias con quienes se oponen. Los que la practican aseguran que los perros reciben mejores tratos que los caballos, pero las entidades conservacionistas sostienen que es incierto y cruel el destino de los perros cuando ya no sirven para competir.

   “Hay quienes llegan a matar a los animales que superaron la edad para correr y reproducirse”, dice SOS Galgos, una institución española dedicada a contrarrestar ese fenómeno a través de la adopción de perros de carrera abandonados.

   Sin embargo, los aficionados sostienen que los lazos afectivos entre el animal y sus dueños impensable esa teoría.

   Enrique Miranda —propietario, criador, cuidador y largador desde hace 40 años— asegura que “los proteccionistas pueden estar tranquilos por el trato porque los perros están bien alimentados, cuidados y desparasitados”.

   Sobre las caracaterísticas de los galgos deportivos explicó que “ellos corren por instinto y hasta se dan cuenta de que llegó el domingo, que es cuando salen a correr”.

   Miranda señaló que “los galgos corren por instinto y no sufren ningún castigo para hacerlo, a diferencia de los caballos. Los equinos llegan un jockey que los conduce, los exitan para largar y los castigan con una fusta para llegar primero. Con los perros ocurre lo contrario”.

   Explicó que “los mejores ejemplares son producidos en Santa Fe y se destacan en las carreras de todo el país”, al tiempo que dio como ejemplo que en el gran premio nacional que se desarrolla desde 1976 en diciembre, en una extensión de 325 metros, se coronaron ejemplares de Tortugas (1978), Venado Tuerto (1986), Firmat (1988), Acebal (1995), Villada (2002), Pujato (2003), Rufino (2004), San Martín de las Escobas (2005) y San José de la Esquina (2006).
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