|
domingo,
14 de
octubre de
2007 |
Preso se crucifica por su inocencia
Un preso que dice ser inocente y está alojado en la cárcel de Ciudad del Este, en Paraguay, se crucificó clavándose las manos en una madera, para pedir que lo dejen en libertad. Se trata de Marcelino Paiva Gómez, acusado del hurto de una guitarra y un equipo de sonido, quien cumple su detención desde hace ocho meses. El recluso inició hace cinco días una huelga de hambre y ayer decidió crucificarse para llamar la atención de las autoridades judiciales. “Estoy cansado de que nadie me haga caso. Estoy hace ocho meses encerrado y acusado de algo que no he hecho. Yo no le robé a nadie y no sé de qué me acusan. Me trajeron aquí de la casa de un amigo y desde entonces estoy encerrado”, afirmó Paiva Gómez a medios paraguayos.
enviar nota por e-mail
|
|
|