Por una alarma y un DNI, cayeron los ladrones del golfista

Robaron, huyeron por el ruido y en el apuro a un ladrón se le cayó el documento. Hay tres detenidos

En los papeles, el golpe que dio el viernes a la tarde una banda en la casa del golfista Ricardo González, en Funes, parecía sencillo. Pero todo se les complicó cuando quisieron llevarse una Toyota 4x4 estacionada en el lugar y se les activó la alarma. El ruido los hizo huir y en el apuro a uno de los maleantes se le cayó una identificación. Por eso, tres de ellos fueron capturados a las pocas horas.

   El atraco ocurrió el viernes a las 13.30 en una casa de dos plantas de Moreno y Tomás de La Torre, en el centro de Funes. Dos hombres, uno de ellos vestido con sobretodo negro y ataché, esperaron la llegada de una empleada doméstica y cuando la mujer abrió la puerta, la empujaron y se metieron detrás de ella. Tras reducir con precintos plásticos a la empleada y a Silvana, esposa del golfista, se dedicaron a buscar objetos de valor. “Si bien las mujeres no pudieron ver sus caras, porque las dejaron en una habitación de la planta alta, escucharon que entraron otras dos personas, una de ellas mujer”, describió un pesquisa.

   Todo fue rápido. Mientras dos levantaban el botín, otros dos se dedicaron a poner en marcha una Toyota 4x4 que estaba frente a la vivienda para cargar el botín. Pero la alarma del auto comenzó a sonar y la caja de cambios se clavó. Aturdidos, los ladrones huyeron. Pero a uno se le cayó un documento y a los 45 minutos, este novel delincuente identificado como Fernando Peralta, de 20 años y sin antecedentes, estaba preso en la seccional 23ª. Lo atraparon a seis cuadras del lugar del hecho.

Con trayectoria. De acuerdo a fuentes policiales, los otros dos apresados por este golpe de magro botín (sólo se llevaron un Rolex, otro reloj, dos celulares y una billetera), poseen un rico historial delictivo.

   La segunda en caer fue, en una casa de Mangrullo y la garita Nº 15, Adriana Semillita Benítez, de 39 años. Esta mujer, en noviembre de 2006, estuvo presa por tener en su poder 20 mil dólares que presuntamente eran parte del botín de los 220 mil que habían robado en la vivienda de un empresario siderúrgico radicado en Funes.

   En la casa de Semillita los vigilantes hallaron un revólver calibre 32 con cinco proyectiles en su tambor, un sobretodo negro similar al descripto por las víctimas, y un ataché con precintos plásticos de color negro. Casi en paralelo, efectivos del Comando Radioeléctrico localizaron en Matienzo al 3500, en la zona oeste de Rosario, un Renault 18 patente UFN 524 que habría sido usado por los delincuentes para llegar hasta la escena del robo. Ya entrada la noche, un hombre de 51 años llegó a la seccional 19ª para denunciar el robo de ese auto y adujo que se lo habían sustraído entre las 20 y 21 horas del viernes.

   Pero el testimonio de varios de sus vecinos echaron por tierra con la denuncia y el hombre, cuyos rasgos eran similares a los descriptos por las víctimas, quedó detenido. Se trata de Vicente Di Benedetto, de 51 años, un viejo conocido de la policía.

   Di Benedetto se ganó un espacio en las crónicas policiales cuando el 18 de octubre de 1997 abordó en Pellegrini y Pueyrredón el Renault Laguna de la jueza de Faltas Liliana Puccio y, a punta de pistola, retuvo a la magistrada y a una amiga. “Hace todo lo que digo porqué sos boleta”, le dijo a la magistrada en aquella ocasión. La jueza estuvo en manos de Di Benedetto durante casi tres horas hasta que un móvil del Comando Radioeléctrico lo detuvo, tras una persecución a los tiros que culminó en el ingreso a Pérez por la ruta 33. Por ese hecho a Di Benedetto le dieron una condena de 22 años de prisión.

La casa asaltada está en el centro de Funes.