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domingo,
14 de
octubre de
2007 |
Dejaron de hacer la plancha
Luis Alberto Yorlano / especial para Ovación
Tal vez obligados por la caótica situación futbolística, la intervención en Central metió mano y por vía del doctor Araujo resolvió sugerir que sea un psicólogo quien maneje la terapia motivacional. El profesional señalado tiene experiencia. Proviene del rugby y estos equipos, como así también Los Pumas, han dado muestras contundentes del grado de preparación psíquica que luego lo muestran dentro de un ambiente de amistad, unión y de sacrificios.
El término motivación tiene sus raíces en el verbo latino “movere”, que significa mover. Para describir un estado motivado, se utilizan términos como excitación, energía. Pero esto no tiene nada que ver con la activación emocional, que aplican muchos DT con gritos o insultos, llenando a los jugadores de expectativas, que ante los resultados adversos se llenan de frustraciones. En la terapia motivacional lo importante es saber los objetivos. En Central, el profesional deberá saber cuáles son las metas de los protagonistas para poder conseguir el objetivo del equipo. Todos imaginan que la meta es salvarse del descenso. No es tan así. El fútbol es muy individualista y no es descabellado pensar que a algunos jugadores sólo les interesa ser transferidos para hacer la diferencia económica. Habrá que esperar que se reúnan jugadores, DT y psicólogo. La jueza y los interventores se dieron cuenta que Central es un equipo de fútbol y su mayor activo es mantener la categoría de primera división. Además todas las personas que tiene que ver con la convocatoria y la intervención seguro que tomaron conciencia de que no será nada gratificante quedar como responsables de la pérdida de categoría.
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