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domingo,
14 de
octubre de
2007 |
La belleza como signo de salud
Ya estamos en primavera y los días agradables y más calurosos invitan a sacarnos la ropa, mostrar los brazos, las piernas y dejar la cintura al descubierto. Sin dudas, es tiempo de evaluar lo que dejó el invierno y todos queremos hacer desaparecer los kilitos de más, los flotadores y la celulitis para que en pocas semanas el traje de baño quede perfecto. Esta “obsesión” por la belleza era antes exclusiva de las mujeres pero hoy en los consultorios de estética y nutrición recibimos cada vez más hombres, de variadas edades, que no sólo quieren bajar de peso sino paralelamente mejorar su aspecto facial y contorno corporal.
En realidad no está mal que varones y mujeres quieran sentirse y verse mejor, pero es importante concurrir a sitios o centros de estética donde sean atendidos por médicos, kinesiólogos y nutricionistas preparados profesionalmente para llevar a cabo los tratamientos ya que todo plan alimentario, producto o aparato aplicado requiere de entrenamiento y de personas matriculadas capaces de hacerse responsables de la salud de la persona que concurre. De lo contrario los riesgos pueden llevar a graves consecuencias, aunque pocos lo sepan.
Las bases sobre las que se asienta el éxito para la recuperación de la salud física mental y estética son :
u Realización de un plan nutricional balanceado que contenga todos los grupos alimentarios para no “desnutrirse”. Apuntar a los cambios de hábito (difícil pero posible) y como consecuencia de eso, al descenso de peso.
u Una adecuada hidratación.
u Actividad física acorde a la edad, considerando enfermedades existentes y evaluando otras potenciales con lo que se requiere una buena historia clínica.
u Incorporación de otras posibilidades siempre que sean necesarias y controladas por un profesional, tales como masoterapia (masajes reductores, drenaje linfático), aplicación de productos cosméticos (cremas y geles), farmacológicos ( mesoterapia ), aparatología ( termoterapia, presoterapia secuencial, ondas rusas, ultrasonido).
u Tratamientos reductores: se pueden realizar durante todo el año, cuanto antes comiencen mejor ya que garantizan estar bien tanto en primavera como en verano.
Para la tan temida celulitis se puede hacer paniculopatía edemato-fibro-esclerosa y conviene también comenzar con tiempo, ya que estos tratamientos suelen ser más prolongados, según el tipo y grado del trastorno circulatorio. Si hablamos de una celulitis dura primero se debe “ablandar” en aquellos lugares donde se hace más notoria a simple vista. En una segunda etapa, por medio del drenaje manual y maniobras movilizantes o presoterapia secuencial, se comienza a desvanecerla. A todo esto, si se le suma el aporte de la mesoterapia se obtienen excelentes resultados.
u Peeling facial, utilizado para manchas, fotoenvejecimiento y arrugas. Conviene comenzar en invierno. El peeling es un “pelado” de la capa córnea por lo que la piel queda “desnuda” y puede mancharse con la exposición solar. Luego de una sesión se debe colocar protector solar muy alto. La piel debe conservarse con limpieza, hidratación y protección solar de un factor alto durante todo el día.
Como recomendación final conviene estar bien atentos para ser objetivos y cuidadosos a la hora de elegir alguna de las múltiples propuestas que ofrece el mercado. La estética debe ser sinónimo y consecuencia de la salud.
Fabiana Falcone
Médica
[email protected]
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