Fátima revivió el milagro

Unos 250.000 fieles, portugueses y de otros 29 países del mundo, asistieron ayer en Portugal a las ceremonias del 90 aniversario de lo que la Iglesia Católica acepta como “El Milagro de Fátima” del 13 de octubre de 1917.

   Se reconoce esta fecha como la última de las apariciones de la Virgen María ante tres niños pastores de la aldea de Santa Cova da Iria, en el centro del país, hecho que se había registrado por primera vez el 13 de mayo del mismo año.

   Estuvieron grupos de peregrinos de Alemania, Argentina, Australia, Austria, Bélgica, Brasil, Canadá, Corea del Sur, Croacia, Eslovaquia, España, Estados Unidos, Filipinas, Francia, Gran Bretaña, Holanda, Hungría, Irlanda, Italia, Malasia, Nigeria, Polonia, República Checa, Rusia, Senegal, Singapur, Suiza, Ucrania y Venezuela.

   La eucaristía fue presidida por el cardenal italiano Tarcisio Bertone, secretario de Estado del Vaticano, quien —en excelente portugués— hizo un llamamiento a la “rebelión de los cristianos” ante “los señores de estos tiempos” que exigen el silencio de las personas “invocando imperativos de una sociedad abierta”. El cardenal Bertone justificó su exhorto porque “el silencio que desean los aludidos señores es pedido en nombre de una sociedad tolerante y respetuosa, e imponen como único valor común, la negación de los valores permanentemente válidos”.

   Fátima constituye unos de los fenómenos de mayor convocatoria en Portugal y entre los católicos de todo el mundo, aun desde antes de 1930, cuando el Vaticano reconoció la aparición de la Virgen como milagro y autorizó el culto litúrgico del fenómeno que en el mismo año 1917 se repitió en otras cinco oportunidades según el testimonio de los pastores .