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domingo,
14 de
octubre de
2007 |
Mercados
Bonos y tasas, un refugio para inversores
El gran debate en las plazas mundiales es qué pasará con el precio del dólar
Salvador Di Stéfano
Los mercados han mostrado un comportamiento errático, en el exterior los datos económicos apremian e internamente las indefiniciones de los candidatos a presidente no acompañan.
En el mercado externo se puede notar que si bien en Estados Unidos el indicador de creación de empleo creció, no es menos cierto que dicho incremento vino de la mano de los nuevos puestos de empleo en el sector público. La devaluación del dólar ayuda a una mejora en el déficit de balanza comercial, pero también complica al índice de precios.
El gran debate en los mercados mundiales es qué acontecerá con el dólar. Por un lado muchos creen que el dólar necesita devaluarse contra el resto de las monedas del mundo, para dejar paso a una mejora en el intercambio comercial de Estados Unidos con el mundo y por ende menos necesidades de financiamiento.
Por otro lado, muchos creen que una devaluación del dólar alentará una mayor inflación en Estados Unidos que puede dar lugar a que la Reserva Federal modifique a la suba los tipos de interés.
La realidad es que un euro a 1,42 contra el dólar podría llevar a una desaceleración de la actividad económica en Europa. Hoy veranear en el caribe resulta mucho más económico que en las costas del Mediterráneo, y muchos países europeos viven del turismo. La caída en los niveles de competitividad de la economía europea se nota claramente con el proyecto Airbus, que no logra cerrar contratos que le permitan sacar a flote su último producto que es el gran avión comercial que le permitiría librar la batalla decisiva frente a su competidor americano la Boeing.
La devaluación del dólar impacta directamente en la suba de los precios de los productos primarios, que si bien benefician a América latina, podría traerle a futuro un dólar de cabeza si dicha suba no se sustenta en factores creíbles y solo se vislumbra como una burbuja financiera.
Nuestro pronóstico es que el dólar ha mostrado una gran devaluación en los últimos meses. Si bien lo peor de la crisis hipotecaria no se observó aun en la economía real de Estados Unidos, lo que tenemos por delante es una recuperación a mediano plazo de la moneda americana frente al resto de las monedas del mundo. El euro no puede mantenerse en los valores actuales sin que afecte a las economías europeas, que por otra parte no tienen vocación de bajar el gasto público y la presión tributaria para convivir con un euro más elevado.
Bonos en ascenso
En el país se observa cómo los títulos públicos siguen recuperando posiciones, tal como lo habíamos pronosticado. Es que los papeles argentinos están muy desarbitrados contra la media de títulos públicos del mundo. En tanto que las acciones muestran un recorrido errático, con más posibilidades de descender que iniciar un rally alcista.
En cuanto al dólar, se sigue observando un tipo de cambio que permanecerá por mucho tiempo en la banda de intervención, que tiene a 3,15 como piso y a 3,20 como techo. La tasa de interés se ubica en valores que van entre el 12 y 14% anual producto de la falta de liquidez del mercado.
El escenario preelectoral muestra más inversores realizando toma de ganancias por las colocaciones en pesos y tomando posición en dólares. Lo que no aventura una modificación en la paridad cambiaria.
La principal incertidumbre entre los inversores está dada por el divorcio entre los precios locales de la energía, el petróleo y el gas y los internacionales. Si se sigue con la actual brecha de precios no debería asombrar que el fantasma de la escasez aceche una vez que la temperatura supere los 25 grados. Esta falta de energía afectará la oferta y si la demanda sigue constante el ajuste vendrá inexorablemente por el lado de los precios. Por otro lado, si se ajustan las tarifas, será inevitable un cambio de precios relativos en toda la economía. En un caso u otro la incertidumbre manda a futuro, por ende los inversores compran dólares y esperan definiciones de los candidatos.
Los acuerdos
Respecto a las insistentes versiones acerca de un acuerdo con el FMI, y eventualmente un acuerdo para renegociar la deuda con el Club de París y los acreedores con bonos impagos por 24.000 millones de dólares, daría la impresión que todo es buenas intenciones y nada concreto por ahora.
Por el momento lo mejor es mantener las posiciones en bonos y aprovechar las altas tasas en pesos, que son muy altas en términos de dólares. Las acciones, salvo casos muy puntuales, siguen en el olvido.
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