Un lugar reconocido a nivel internacional

El Complejo Astronómico Municipal está formado por el observatorio que se inauguró el 18 de junio de 1970. En su planta baja funciona el salón Copérnico y en el segundo piso la cúpula principal y una biblioteca; a través de sus telescopios se realizan observaciones y fotografías astronómicas de objetos visibles en el cielo rosarino. El planetario abrió sus puertas en 1984 y, como edificio, es el primero en Latinoamérica. En su ámbito también funciona el Museo Experimental de Ciencias. En el lugar se realizan cursos, conferencias, audiovisuales y exposiciones.

   “A uno le gusta lo que hace y le pone polenta pero hay falencias”, aseguró la jefa del planetario, Cristina Parfait, y caracterizó al lugar que articula los tres espacios como un “híbrido” sobre el que tiene incumbencia la Municipalidad y la Fundación Planetario creada ad hoc para completar la construcción del edificio.

   Según el director del observatorio, Roberto Aquilano, el lugar siempre es referenciado por investigadores de prestigio y fue sede de los congresos organizados por la Asociación Argentina de Astronomía, en 1988 y 1999. “Ahora volvieron a proponernos para el próximo congreso”, comentó. Y como muestra de la creatividad del personal adelantó que fue convocado para asesorar en la construcción del primer planetario digital que se está construyendo en Mendoza. “Siempre hicimos las presentaciones a las que asiste el público con nuestros propios equipos, nunca las compramos ni alquilamos”, relató.



Vocación. Físicos, becarios y técnicos son los encargados de acercar el cielo a los visitantes. Claro que transmitir el entusiasmo por la astronomía no es fácil, salvo cuando algún cometa o eclipse convoca multitudes al Complejo Astronómico que tiene una planta de 32 trabajadores.