Hallan un proyectil de mortero bajo un puente

Fue en la localidad entrerriana de Ceibas y el artefacto estaba listo para estallar

Lizi Domínguez / La Capital

Victoria.— Un proyectil de mortero con una carga de unos dos kilogramos de explosivos y capaz de esparcir mortíferas esquirlas en un radio de entre 150 y 200 metros a la redonda fue hallado debajo de un puente ubicado a la altura de la localidad de Ceibas, en el suroeste entrerriano.

   El artefacto fue descubierto por operarios de una empresa encargada de realizar voladuras de puentes, afectados a la concreción de una autopista entre ese pueblo y Gualeguaychú, justo en un derivador de tránsito situado sobre la ruta nacional 12.

   Los trabajadores debieron detener la máquina retroexcavadora tras hallar un artefacto que tenía forma de una bomba. “Salimos rápidamente del lugar y avisamos al personal de Gendarmería de esta jurisdicción”, relató uno de los obreros. Pronto arribó desde Capital Federal un grupo de efectivos de Gendarmería Nacional especializado en explosivos para hacerse cargo de un operativo por el que inmediatamente se evacuó la zona.

   El proyectil fue trasladado, en medio de medidas de seguridad, a la cantera de la empresa Caminos del Río Uruguay, ubicada sobre la ruta 12, donde se excavó un pozo y se depositó y tapó el artefacto para hacerlo detonar sin mayores consecuencias, salvo un fuerte estruendo.



Características. El artefacto tenía un calibre de 120 milímetros y estaba con la espoleta sin detonar. Este tipo de explosivos se dispara a través de un mortero que lanza proyectiles en un ángulo superior a los 45 grados y a bajas velocidades relativas.

   Se utiliza normalmente entre el armamento de las unidades de infantería, y los modelos más pesados se asignan a los batallones de artillería de apoyo.



Hipótesis. El hallazgo dio lugar a conjeturas relacionadas con viejos hechos. Hay quienes suponen que el proyectil estaba allí desde los años 80, cuando se produjeron desplazamientos de fuerzas militares que intervinieron en los alzamientos en la presidencia de Raúl Alfonsín, estimulados por el sector “carapintada” que lideró Aldo Rico.

   Otros opinan que el artefacto tendría que ver con el alzamiento del mismo sector ocurrido el 3 de diciembre de 1990 contra el gobierno de Carlos Menem. En esa zona hubo escaramuzas entre las fuerzas militares defensoras del orden constitucional y el sector militar insurgente comandado por el entonces coronel Mohamed Alí Seineldín. l

El proyectil lo encontraron obreros que trabajaban en la zona.