|
| martes,
28 de
agosto de
2007 |
|
 |
Charlas en el Café del Bajo
—Los religiosos particularmente, pero muchas personas en general, nos hemos visto conmocionados por esta noticia que habla de la “crisis de fe” de la Madre Teresa.
—Ya hace algún tiempo había trascendido que había una crisis en la religiosa, incluso se hablaba de las tentaciones del diablo a la que era sometida. ¿Se acuerda? Pero claro, nunca habían trascendidos pensamientos tan claros como los que hoy se conocen, y que corresponden a palabras expresadas en las cartas a sus confesores, en donde refiere a sus dudas sobre la existencia de Dios.
—Los interesados en este tema deberán seguir esta charla, extensa, entre hoy y mañana. Y comienzo diciendo que es muy usual que los religiosos tengan estas “mal llamadas crisis de fe”. Y digo mal llamadas, no porque no sean crisis de la fe, sino porque son crisis que corresponden a un plano del componente humano, a una parte del “yo”, y no a toda la estructura de la persona. Y esto voy a explicarlo enseguida, pero antes deseo manifestar que estas crisis las tuvo hasta el mismo Jesús. Hay tres situaciones claras, en ese sentido, y una especialmente: cuando llora ante la muerte de Lázaro; cuando llora antes de ser detenido y cuando está colgado en la cruz y expresa esas inmensas y estremecedoras palabras: “¡Padre! ¿Por qué me has abandonado?!”. No voy a explicar, al menos hoy, por qué digo que el llanto del Jesús-hombre es una crisis de fe (Lázaro y Getsemaní), sólo expreso al respecto que es imposible que haya llorado ante la muerte si estaba plenamente seguro de la eternidad del alma y de que Dios aguardaba finalmente para la sublimidad de la existencia en la propia luz. Pero nótese que a esas crisis le sigue el robustecimiento de la fe y en el hecho de Lázaro, tras el llanto, dice: “Yo sé que siempre me escuchás Padre”. En el huerto: “...pero no se haga mi voluntad, sino la tuya”. Y en el madero, antes de morir: “En tus manos encomiendo mi espíritu”. A la crisis de este Jesús-hombre sigue el robustecimiento de la fe endeble.
—Hay ya una aproximación al mensaje que usted quiere dar en esos sucesos.
—En efecto. Hay en los religiosos, en los místicos (entendiéndose por místicos a aquellos que buscan a Dios casi con desesperación y tienen una sed insaciable de El) lo que San Juan de la Cruz llama “la noche del alma”, la oscuridad, la nada. ¿¡Pero cómo es posible!?, exclamará alguien. A eso responderé: no sólo es posible, sino necesario, porque no se conoce la luz si antes no se anduvo en la oscuridad, no se robustece la fe si antes no se conoció la duda y el dolor del vacío. Y cuanto más se eleva el espíritu por la escalera del conocimiento de Dios, más oscuros suelen ser los peldaños que llevan a la luz. Ahora voy a lo que decía anteriormente: es muy inexacto hablar de crisis de fe en el sentido de abarcar a todo el plano del ser, del yo. Lo más correcto sería decir que se trata de una crisis de orden psicológico y racional en el que aparece el deterioro del fenómeno psíquico conocido como “carácter afectivo”, es decir hay un “sentimiento negativo” que influye sobre la razón que le lleva a decir a Teresa, por ejemplo, “Siento que Dios no me quiere, que Dios no es Dios, y que él verdaderamente no existe”. Sigo mañana.
Candi II
([email protected]) |
|
|
 |
¿Cuál de los dos equipos locales de primera cree que podrían irse al descenso cuando termine el torneo Clausura?
| Newell's |
| Central |
| Ambos |
| Ninguno |
Votar
Resultados
|
|
 |
"En la Municipalidad hay tres mil ñoquis ilustrados"
Héctor Cavallero
Candidato a intendente
|
|
Ver noticia
|
|
 |
Cotizaciones  |
 |
| Minorista |
Comp. |
Vend. |
| Dólar |
$3,16 |
$3,21 |
| Euro |
$4,35 |
$4,45 |
| Real |
$1,50 |
$1,65 |
|
|
 |
|
La Ciudad
