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domingo,
26 de
agosto de
2007 |
Catamarca: paseos y lugares para todos los gustos
Choya es uno de los circuitos turísticos más importantes de la provincia de Catamarca y se encuentra a tres kilómetros del centro de la capital. Frente a la plaza de esta localidad se ubica la antigua capilla del Señor de los Milagros, que fue declarada Monumento Histórico Provincial. En su interior hay una valiosa imagen de San Antonio y una talla del Cristo de la Paciencia. A un lado del templo, aún se levanta un sector de nichos del viejo cementerio de la ciudad.
Dique El Jumeal: ubicado a tres kilómetros de la capital provincial, con su espejo de agua de 15 hectáreas, abastece a la ciudad de San Fernando del Valle de Catamarca. El dique se construyó para captar los caudales del río El Tala y proveer de agua potable a la ciudad. El lugar se presta para la pesca y la realización de deportes náuticos, ya que está prohibido bañarse.
El Rodeo: es una hermosa villa de veraneo, enclavada en la sierra de Ambato. En su edificación predominan pequeños chalecitos de techados rojos, entre paisajes de valles y cerros alegrados por el zigzagueante curso de los arroyos. Los ríos Ambato y Los Nogales brindan buenas posibilidades de pesca de truchas, para un visitante que también puede gozar del maravilloso paisaje compuesto por pequeñas arboledas, frutales y cascadas. En el Rodeo se conserva el templo más antiguo del actual departamento catamarqueño de Ambato. Es la capilla de La Pura y Limpia.
Las Juntas: es un pequeño pueblo, ubicado sobre el faldeo oriental de la sierra de El Manchao. A 1.550 metros de altura, lo favorece el agradable clima serrano. Allí se encuentran plantaciones de nogales por un lado y en las laderas húmedas de los cerros crecen ejemplares de pino, formando un tupido bosque. El pueblo de Las Juntas es largo, con varias casonas recicladas, y se extiende siguiendo el curso del río homónimo, con pasarelas peatonales que lo cruzan. En ocasiones se encuentra en estos valles bajos y húmedos un ciervo andino de escaso pelaje.
La Chacarita: situada frente a la plaza de esta localidad está la iglesia de San Roque de La Chacarita, declarada santuario en 1982. El templo es otra de las obras realizadas por el arquitecto italiano Luis Caravati en la provincia. Bendecido e inaugurado el 16 de agosto de 1889, día del santo patrono. En 1997 se concluyó su refacción, al igual que la hermosa plaza vecina, abundante en árboles como naranjos, tipas, jacarandaes y palmeras.
Ciudad antigua
San Isidro: la ciudad se fundó en 1668 y, en sus orígenes fue la mayor población de un vasto territorio. Posee la hermosa iglesia de San Isidro Labrador, obra del arquitecto Caravati, concluida en 1890. Sus torres, fachada y cúpula están revestidos con azulejos Pas de Calais.
Ermita de La Virgen: una ermita situada a tres cuadras de la iglesia de San Isidro indica el sitio donde, el español Manuel de Salazar inició la veneración de la Virgen del Valle.
San Antonio: enclavada en un agradable paisaje rural del valle, aquí se levanta la iglesia de San Antonio de Padua. El edificio original data del año 1802, aunque fue refaccionado posteriormente en varias ocasiones. La construcción tiene un amplio frente. La pequeña plaza situada en frente tiene una arboleda con araucarias, jacarandaes, gomeros, naranjos, y palos borrachos.
Capilla Nuestra Señora del Rosario: ubicada a 200 metros de la ruta provincial 1, y a un kilómetro al oeste de la 41, se encuentra la capilla Nuestra Señora del Rosario, monumento histórico, que fue erigida en 1715. En su sencillo estilo arquitectónico, sobresale la singular profundidad del porche y los arcos de la galería lateral. La tradición cuenta que aquí se celebró una misa en honor al general Manuel Belgrano, quien con sus tropas pasaba hacia el norte.
La Tercena: allí se encuentra la Iglesia del Señor de los Milagros, monumento histórico donde fue bautizado Mamerto Esquiú. Fue levantada en el siglo XVIII por los esposos José Luis Segura y Francisca Cubas, y aún conserva el estilo de la época. En el altar se alza una antigua talla en madera del Cristo de los Milagros, que fue traída desde Perú. A un lado puede verse una pila bautismal de cobre de la misma época de fray Mamerto Esquiú.
San José: esta localidad —cabecera departamental—, se sitúa al pie de la Sierra de Graciana y es una antigua población que abunda en monumentos vinculados a la vida de su hijo dilecto, fray Mamerto Esquiú. Antiguamente el pueblo de San José se llamaba Piedra Blanca. La localidad está enclavada en una zona de chacras de cultivo entre pintorescos cordones montañosos, San José ofrece, además al turista su singular producción de artesanías en chala.
Iglesia San José: el templo tiene una amplia fachada, considerado monumento histórico fue restaurado en 1976. Su construcción se prolongó por varias décadas del siglo XIX, y la obra se realizó aprovechando los materiales de demolición de la iglesia matriz de Catamarca, templo que precedió a la basílica actual. Sobresalen la galerías laterales, con arcos que sirven de contrafuertes del templo. En su interior se conserva el púlpito de madera que perteneció a la iglesia matriz, y desde el cual fray Mamerto Esquiú pronunció su famoso sermón sobre la Constitución nacional, el 9 de Julio de 1853.
Monumento histórico
Casa natal de fray Mamerto Esquiú: declarada monumento histórico, edificada a mediados del siglo XX, conserva en su interior 11 habitaciones originales de la casa de Esquiú. En su interior hay objetos que pertenecieron al franciscano, como la austera cama que usó en su infancia. Una serie pictórica ilustra distintas etapas de la vida de Esquiú.
Santa María: localidad situada en el valle de Santa María, sobre la margen derecha del río homónimo en una zona que forma parte de los Valles Calchaquíes. El lugar es un importante centro productor de artesanías entre las que se destacan las tejedurías, los trabajos en simbol, la alfarería y las confituras. Despiertan interés los molinos de pimentón, los vinos regionales, arrope, pasas, la exquisita uva de mesa y otros productos del lugar. Fue el centro de asentamiento de importantes culturas aborígenes que dejaron como legado los yacimientos arqueológicos.
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Fotos
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San Fernando del Valle se levanta al pie del Ancasti.
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