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domingo,
26 de
agosto de
2007 |
Catamarca, tierra de aventuras
La provincia norteña invita al descanso y a sorprenderse con su tradición y fiestas populares
En la provincia de Catamarca el aire de las sierras invita al descanso, a disfrutar de una buena ronda de mates y tortillas, a sorprenderse con las tradiciones y fiestas populares que combinan rituales paganos dedicados a la Pachamama con las prácticas cristianas instauradas luego de la colonización. El espacio recorrido se torna inconmensurable: paisajes extremos que cambian de forma y color, con suavidad o con incontrolable brusquedad, creando así matices que asombran.
Catamarca ofrece, además, las huellas de su rica historia y circuitos de minería donde todo lo que reluce es oro. Las posibilidades ecológicas de este lugar permitieron a nuestras comunidades, desde épocas antiguas, el desarrollo de una vida campesina que se manifiesta de forma distintiva en relación a otros ámbitos rurales del país. Antiguas casonas donde la vida doméstica se desenvuelve según aromas y sabores característicos y en la que puede involucrarse íntimamente el viajero. Las estancias prometen lo mejor del turismo rural y una oferta de productos artesanales de exquisita elaboración. Asimismo, el turismo de la salud encuentra escenarios propicios, como el Complejo Termal de Fiambalá, emplazado en plena región serrana y en un marco paisajístico privilegiado.
La extraordinaria diversidad de ambientes y paisajes, con majestuosas montañas, desiertos y valles fértiles donde proliferan los cultivos de vid y olivo, invita también a estar en contacto con la naturaleza de una manera activa: las caminatas, el montañismo, el aladeltismo, las cabalgatas o las excursiones 4x4 son algunas de las variadas propuestas turísticas que brinda.
Los conquistadores españoles entraron a la Argentina por las altas cumbres de Catamarca. Sus rastros están vivos en las construcciones de adobe y piedra. Las primeras ciudades, las viejas iglesias, los oratorios, el paisaje. Todo ello hace de esta provincia una tierra de aventura y tradición.
San Fernando del Valle de Catamarca, la capital de la provincia, es uno de los sitios que nadie debería dejar de visitar. Es una ciudad cuya arquitectura de casonas coloniales con robustos portones de hierro y patios en los que el sol abunda es la mejor muestra de su pasado histórico. Los platillos regionales, como la humita, las nueces confitadas, los gaznates y las deliciosas empanadas, forman parte de las tradiciones que se cuidan tan celosamente como sus tesoros de joyas arquitectónicas del siglo XIX.
La voz quechua Catamarca significa fortaleza en la falda, alude al emplazamiento topográfico de la ciudad. San Fernando del Valle de Catamarca, capital de la provincia norteña, es centro turístico y comercial, y tiene una activa vida cultural, que se desarrolla en su universidad, instituciones y museos. Su planta urbana conserva, todavía, algunas construcciones de tipo colonial.
El aspecto geográfico de esta provincia ofrece singulares contrastes en el paisaje, en tanto que por el oeste y el norte se halla cubierta de montañas y quebradas, que luego se ensanchan en valles o surgen al borde de los picos de la cordillera de los Andes. Hacia el sudeste, se levantan las sierras pampeanas que en su sector oriental muestran un panorama de intenso verdor. Se destacan, entre las quebradas, las de La Cébila, Los Angeles y El Tala; de las cuestas, zigzagueantes caminos que trepan por las montañas, son famosas las del Totoral, del Portezuelo, del Clavillo, La Chilca y Capillitas. Las bellezas paisajísticas de Catamarca son notables, numerosas, y variadas las posibilidades de solaz a lo cual se une la hospitalidad de su pueblo, poseedor de arraigadas tradiciones y de un amor ancestral por su tierra.
Paseos por la ciudad
Archivo y Museo Histórico: es una casa del siglo XIX que perteneció al gobernador José Cubas; guarda muebles, iconografía y documentos relacionados con la vida política y cultural de la provincia. Se encuentra en Chacabuco 425.
Catedral-basílica Nuestra Señora del Valle: centro de peregrinación y edificio de gran riqueza arquitectónica y ornamental, es uno de los templos más importantes del país y monumento histórico. Se ubica frente a la Plaza 25 de Mayo. En su interior se halla el Camarín de la Virgen del Valle, de tres pequeñas naves, proyectado por el arquitecto Isaac Lecuona y construido en 1916. Los vitrales se hicieron en Alemania, que muestran episodios vinculados con la Virgen del Valle, su estilo es gótico al igual que las bóvedas del techo.
Fábrica de alfombras: constituye un singular paseo por esta industria textil en funcionamiento. En un gran salón de la Manzana del Turismo, una treintena de tejedoras, junto con diseñadores y asistentes, confeccionan piezas de la mejor calidad. El cliente le comunica al dibujante su primera idea sobre la alfombra o tapiz deseado. Este sugiere colores, aporta nuevas ideas y plantea el diseño de la pieza sobre papel milimetrado. Dicho dibujo sirve para guiar a las tejedoras en su labor. Allí se confeccionan las afamadas alfombras catamarqueñas. Se encuentra en avenida de la Virgen del Valle 945.
Iglesia y convento de San Francisco: el templo actual, edificado en el mismo lugar que el establecido en la época de la fundación de la ciudad, se construyó sobre planos de Luis Giorgi, autor de su vistosa fachada. Conserva, como preciada reliquia, la celda que ocupó fray Mamerto Esquiú y su corazón, preservado por una urna de cristal. Se la considera monumento histórico. Se encuentra en la calle que lleva su nombre y Rivadavia.
Paseo Navarro: paseo público conocido como La Alameda, se ubica a 50 metros de la plaza principal. Fue construido por el arquitecto Luis Caravatti, inaugurándose el 3 de febrero de 1959, durante el primer gobierno por el doctor Octaviano Navarro, para surtir de agua a la población. En la parte superior de la glorieta hay una réplica de grandes dimensiones de la corona utilizada en la coronación pontíficia de la imagen de la Virgen del Valle (12-4-1891).
Museo Arqueológico Adrián Quiroga: pertenece al Complejo Cultural Esquiú que comprende varias secciones: salón colonial-histórico, pinturas cuzqueñas, fray Mamerto Esquiú, Paleontología y Geología, y la de Arqueología, de relevancia internacional, que exhibe miles de piezas de cerámica, líticas y óseas de las culturas que habitaron la provincia de Catamarca.
Museo del Deporte: el Museo Municipal del Deporte Oscar “Cachín” Díaz funciona en una sala que integra el complejo Municipal de Cultura. Su nombre recuerda al campeón argentino de boxeo en la categoría pluma, radicado en Catamarca desde la infancia. Expone objetos vinculados con las16 disciplinas que se practican en la provincia y está ubicado en avenida Ocampo 40, frente al Paseo Navarro.
Museo Folclórico “Juan Alfonso Carrizo”: la institución exhibe aspectos de la vida del hombre autóctono. Allí se exponen numerosas piezas que muestran costumbres rurales tradicionales de la provincia. Mobiliario, prendas de vestir, herramientas e instrumentos musicales se distribuyen en cuatro sectores diferentes.
Museo Provincial de Bellas Artes: exhibe obras de importantes artistas argentinos como Laureano Brizuela, Benito Quinquela Martín, Alberto Delmonto, Vicente Forte y otros. Colección de tallas, esculturas, grabados y dibujos.
Gruta de la Virgen del Valle: en este paseo se pasa primero por la pequeña capilla de Choya, donde se venera a San Cayetano y se guarda una imagen del señor de la Paciencia. Según la tradición allí fue encontrada por un aborigen la estatuilla de la Virgen del Valle. La imagen fue trasladada luego a la casa Salazar en la cercana San Isidro (Valle Viejo). Es un lugar de peregrinación y de celebraciones populares. Hay misas los domingos a las 17.
Museo Arqueológico: allí se realizan numerosas y diversas actividades culturales. La sala Adán Quiroga, reúne interesante material de las culturas indígenas de la provincia. Este complejo cultural integra la llamada “manzana franciscana” y comprende las salas del Museo Arqueológico Adán Quiroga y del Museo de Historia Colonial, la sala Esquiú de Arte Sacro y la Biblioteca Sarmiento.
Plaza de Choya: resguardo de nuestra historia, un gran portal de características jesuíticas, construidas con la técnica de calicanto da la bienvenida a la plaza. Un espacio libre para el esparcimiento.
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Fotos
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La provincia de los mil tonos no deja de sorprender a sus visitantes.
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