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domingo,
12 de
agosto de
2007 |
River y Newell’s, otro partido perdido contra la violencia
Se veía venir. Asomaba como lo más sensato en medio de todo lo que había pasado en los últimos días. Y aunque se demoró la determinación, ayer el Ministerio del Interior tomó la decisión de suspender el partido que River Plate y Newell’s debían protagonizar esta tarde en el Monumental ante el temor de que la sangrienta interna que mantiene la barrabrava del club de Núñez derive en nuevos episodios de violencia.
La medida se tomó pasadas las 13, luego de que autoridades del ministerio del Interior llamaran por teléfono al presidente de la AFA, Julio Grondona, para comunicarle la suspensión del encuentro.
“La suspensión es por cuestiones de seguridad y en la reunión de comité ejecutivo del martes se comenzará a hablar sobre la posible fecha de disputa del partido”, comentó el jefe de prensa de la AFA, Raúl Steinberg.
La disputa del partido había quedado el viernes a la noche en manos del juez en lo Criminal de Instrucción N 11 Luis Rodríguez, quien investiga el asesinato del barrabrava de River Martín Gonzalo Acro, baleado el martes a la noche al salir de un gimnasio en el barrio porteño de Villa Urquiza.
El ministro del Interior, Aníbal Fernández, comentó que el juez Rodríguez “contestó esta mañana (ayer) por escrito que él no iba a tomar una decisión respecto a la suspensión del partido, y volvió a manifestar su preocupación por los hechos de violencia que se pudieran suceder en este encuentro”.
“Ante la actitud del juez de no tomar una decisión y sostener su preocupación por los sucesos violentos que podían producirse a raíz de la realización de ese encuentro, nosotros, que sí estamos acostumbrados a tomar decisiones, resolvimos la suspensión del partido”, indicó el ministro en un comunicado de prensa.
El viernes a la tarde, Rodríguez había consultado al ministerio del Interior acerca de la conveniencia de la realización del encuentro y desde la cartera política le contestaron por la noche que ya tenían preparado el operativo de seguridad y que tomara él la decisión final.
El partido había quedado entonces en duda, ante el temor de la justicia y de las autoridades de seguridad de que se produzcan nuevos enfrentamientos entre barrabravas de River.
El principal temor es que el grupo de la barrabrava de River liderado por Adrián Rousseau busque una venganza rápida y sangrienta por la muerte del hincha Martín Gonzalo Acro atacando al bando liderado por Alan Schlenker, quien junto a su hermano William, quedó imputado por el crimen del simpatizante baleado al salir el martes de un gimnasio de Villa Urquiza.
El ministerio del Interior y la Subsecretaría de Seguridad Deportiva (SubSeF) tenían diagramado un operativo de seguridad con 1.100 policías, 400 más que los que se habían previsto antes del asesinato de Acro.
A su vez, River iba a ejercer el derecho de admisión y en el Monumental se iban a realizar cacheos con detector de metales.
El derecho de admisión iba a ser ejercido para hinchas de ambos clubes, cuyas barras tuvieron un sangriento enfrentamiento en 2003 que derivó en la muerte de dos hinchas de Newell’s.
Como medidas de precaución, también se iba a prohibir el ingreso de bombos y banderas de más de dos metros.
Desde Rosario se especulaba que Newell’s iba a ser acompañado por más de cinco mil hinchas, entusiasmados por el arranque triunfal del equipo en el torneo Apertura tras el 1-0 sobre San Lorenzo, el último campeón.
Los micros con los hinchas de Newell’s iban a ser escoltados hasta unos kilómetros después del peaje de Villa Constitución. En Arroyo del Medio, el límite entre las provincias de Santa Fe y Buenos Aires, la posta la tomaría la policía bonaerense.
El partido, que en principio iba a disputarse a las 16.10, se había adelantado para las 14.10 para que la desconcentración del público fuera a plena luz del día.
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Fotos
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Silencio Monumental. Una vez más el estadio de River se queda vacío.
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