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jueves,
02 de
agosto de
2007 |
Lula admitió que no sabía de la gravedad de la crisis aérea
Brasilia.- El gobierno de Brasil no estaba al tanto de la gravedad de la crisis aérea, según admitió hoy el presidente Luiz Inácio Lula da Silva durante una reunión del Consejo Político, revelaron los representantes del encuentro a la agencia noticiosa brasileña Estado.
"Esta cuestión es como una metástasis que el paciente no sabía”, habría dicho Lula ante los ministros de Hacienda, Guido Mantega; de Relaciones Institucionales, Walfrido dos Mares Guia, y de Justicia, Tarso Genro, además de integrantes de los once partidos de la base aliada del gobierno.
El mandatario brasileño dijo que en las cinco elecciones presidenciales de las que participó, la cuestión aérea nunca fue debatida, aunque en su mandato se produjeron las dos mayores tragedias de la historia de la aviación civil de Brasil.
La crisis, reavivada por la tragedia del Airbus de Tam, en la que el 17 de julio pasado murieron 199 personas al estrellarse en el Aeropuerto de Congonhas, se arrastra desde hace más de diez meses con el accidente de un Boeing de Gol que se desplomó en la selva amazónica con 154 ocupantes.
Después de ese accidente, y a partir de medidas de protesta adoptadas por los controladores de vuelo, se registró una serie de episodios de atrasos y cancelaciones de vuelos en los principales aeropuertos nacionales.
La tragedia de Tam despertó las críticas a la gestión del gobierno de Lula en lo que respecta al sector aéreo y provocó la caída del ministro de Defensa, Waldir Pires, del gobernante Partido de los Trabajadores (PT).
Respecto de las causas del accidente, el análisis de las cajas negras reveló que los frenos automáticos de la aeronave tampoco funcionaron, dijo hoy el asesor de Seguridad de Vuelo del Sindicato de los Aeronautas, comandante Celio Eugenio de Abreu.
La información se suma a la conocida ayer, que indicó que los frenos spoiler del Airbus A320 no funcionaron cuando la aeronave aterrizó en la pista principal del aeropuerto Congonhas donde, tras patinar, se estrelló contra un depósito de cargas.
Según Abreu, si los frenos spoiler y los automáticos -que se ubican en las ruedas- hubieran funcionado, “la aeronave no habría llegado al final de la pista a una velocidad de 175 kilómetros por hora”.
La difusión del contenido de las cajas negras motivó la queja de la Federación Internacional de Controladores de Vuelo, que consideró que las informaciones de las cajas negras “deberían ser las más protegidas” de acuerdo con el artículo 13 de la Convención de Chicago sobre aeronavegación.
En tanto, la Fuerza Aérea Brasileña planteó que un posible error humano o fallas en el avión son las principales hipótesis de la tragedia aérea ocurrida hace dos semanas.
Así lo expresó el brigadier Jorge Kersul Filho, del Centro de Investigación y Prevención de Accidentes, en reunión secreta en la Cámara de Diputados de ayer, cuyo contenido reveló hoy el diario O Estado, de San Pablo.
El ministro de Defensa, Nelson Jobim, dijo anoche que ninguna hipótesis puede ser descartada por el momento, opinión compartida por el comandante de la Aeronáutica, Juniti Saito.
Sin embargo, de acuerdo con distintas publicaciones periodísticas, la opinión de los expertos de la Aeronáutica tiende a poner el foco en los pilotos y la nave, lo que resta peso a la hipótesis de que el mal estado de la pista fue la causa del siniestro.
Este planteó generó que los familiares del piloto y el copiloto del vuelo de Tam reaccionaran hoy indignados contra la hipótesis.
“Quiero solamente informaciones oficiales; no aguanto más la forma deshumana en la que están tratando el tema; la única cosa que sé es el profesionalismo de mi marido”, dijo Maria Helena, viuda del copiloto Henrique Stephanini Di Sacco, de 54 años.
“La corrupción es tan grande en este país que van a echarle la culpa a los pilotos, a la empresa, pero creo que el accidente ocurrió por una serie de factores”, dijo la viuda. (Télam)
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