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          |  jueves, 
          02 de
          agosto de
          2007   | 
         
       
     						
						
							
								
								
						 		Aborigen de 56 años y 24 kilos pide ayuda en Catedral y desata polémica 
								
								 
								
								
								 
								
									
										Resistencia- Una mujer aborigen de 56 años y apenas 24 kilos de peso fue trasladada por miembros de la Comisión de  Derechos Humanos del Chaco a la Catedral de Resistencia para que su caso de desnutrición tomara estado público, lo que desató una  polémica entre la institución y el gobierno provincial.
  
El médico Rodolfo Sobko, miembro de la comisión, aseguró hoy  que al verificar el “grave cuadro de salud de Rosa Molina, la  invitamos a que nos acompañara a la Iglesia Catedral porque pudimos confirmar que no estaba siendo atendida por el centro de salud cercano a su casa ni por el Hospital Perrando”.
  
La mujer, que vive sola con su nieto de 11 años en el barrio  aborigen Cacique Pelayo de la localidad de Fontana, en el Gran  Resistencia, se mostró frente a las cámaras de televisión y desató una  ola de críticas contra las autoridades sanitarias y de asistencia  social de la provincia.
  
Sin embargo, el gobierno emitió en las últimas horas un  comunicado en el que advierte que “Rosa Molina fue engañada en su buena  fe”, a la vez que reproduce declaraciones adjudicadas a la  aborigen.
  
“Yo solamente quería que me dieran abrigo porque soy pobre, me  prometieron que me lo iban a dar en la Catedral y por eso fui con  ellos, pero me encontré con las cámaras de televisión”, habría  expresado la mujer a la oficina de prensa del gobierno.
  
Sobko, en cambio, sostuvo que la situación de Rosa Molina, de  la etnia Qom, era “crítica y por eso resolvimos hacer lo único que  moviliza a este gobierno, que es juntar a la Iglesia con la  prensa para que el caso se conociera públicamente”.
  
Doña Rosa, cuyas piernas huesudas impresionan hasta a los  médicos que tomaron contacto con ella, fue recibida ayer por el  párroco de la Catedral, Roberto Silva, quien instruyó a sus  colaboradores para que llamaran una ambulancia de Salud Pública.
  
Desde allí fue transportada al servicio de emergencias del  Hospital Perrando, donde comenzó a recibir un tratamiento para hacer  frente a su grave cuadro de desnutrición.
  
El hecho agregó más elementos a una fuerte crítica lanzada  contra la administración del gobernador radical Roy Nikisch por el Centro de Estudios Nelson Mandela, que hace una semana denunció la muerte de dos aborígenes por falta de atención médica.(DyN)
										 
										
									
								
								
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