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 domingo, 22 de julio de 2007  
El viaje del lector - Patagonia
Las imágenes del sur

Trescientas veinte fotos avalan el viaje que realicé en febrero pasado. Las tengo frente a mí, junto a mapas regionales que me ayudarán a relatarles, cronológicamente, acerca de todos los lugares visitados, que no fueron pocos.

Partí hacia San Rafael, corazón de Mendoza, al pie de la cordillera de los Andes. Una región semiárida que con trabajo, mucho esfuerzo y desarrollo la transformaron en un gran oasis. Cargué de todo en la furgoneta, y a orillas del río Atuel armé la pequeña carpa que se perdía en medio de otras tantas. Comencé el safari fotográfico, congelando imágenes de jóvenes en su mayoría, practicando raffting y kayac.

Varios días disfruté en la segunda ciudad de la provincia, valiéndome de ella como centro para realizar estimulantes recorridos entre viñedos, frutales, olivares y prolijos cultivos de papas, siempre rodeado de bellísimos entornos.  Luego contemplé el Pozo de las Animas, que fueran cavernas de profundidad que al derrumbarse su techo hace aproximadamente 600 años, produjeron depresiones circulares con lagunas de quietas aguas de un azul petróleo y verdes fulgurantes. Desde la villa turística y dique El Nihuil comencé a transitar el Cañón del Atuel, sucesiva muestra de esculturas naturales labradas por lluvias y vientos. La Ciudad Encantada, Los Monjes, el Museo de Cera y Los Monstruos son sólo algunas. Imperdibles!. Antiguas e históricas bodegas, como también modernas, no se pueden dejar de visitar.

No me recomendaron continuar viaje por la ruta 40 hacia Chos Malal por el estado deplorable del camino. Fue así que tomé la prolija y transitable ruta 151 por la desértica provincia de La Pampa. Rodeé la capital neuquina para dirigirme a Zapala. No estaba en mis planes deteneme en Plaza Huincul y Cutral Co, pero me llamó la atención la buena restauración del edificio donde funciona el Museo Municipal Carmen Funes, quien fuera una mendocina “que hizo patria” participando en la guerra del Paraguay y que fuera cantinera de las Fuerzas Expedicionarias al Desierto, como también de agotados viajeros que hacían un alto en estos desolados parajes. Carmen Funes, a la que apodaban “La Pasto Verde” fue inmortalizada en la conocida zamba de Marcelo Berbel.

En este museo hay materiales fósiles del más grande de los dinosaurios registrados en el mundo. Se trata de un gigantesco hervíboro, tipo saurópodo al que llaman

Argentinosaurus huinculensis, encontrado a ocho kilómetros al este de Plaza Huincul. Se estima que este coloso midió entre 35 y 40 metros de longitud y pesó alrededor de las 100 toneladas. Vivió en el Cretácico Superior, o sea hace unos 95 millones de años. No se puede creer. ¿No es fantástico? Además en el Carmen Funes hay otros ejemplares e importantes nidadas de prehistóricos reptiles hallados en el “Valle de los Dinosaurios”. Pasé la noche en Zapala en un camping aún no inaugurado.

Al día siguiente un pequeño y desapercibido cartel indicaba la existencia de Villa Pehuenia. Me gustó su nombre y hacia allí partí. Me tocó transitar un camino de tierra. Estába ya en el “País de los Pehuenes” (o araucarias). La villa fue fundada en l989, o sea que con 18 años ya es un centro turístico. Se encuentra en medio de un paisaje maravilloso casi junto a los límites con Chile. Villa Pehuenia —portal de la Región de los Lagos— está rodeada de prodigiosa naturaleza y si le sumamos seguridad, cordialidad y buenos servicios, es para visitarla todo el año.

Para el valle del río Aluminé los mejores calificativos. Antes de tomar la ruta pavimentada, ingresé a una pequeña colonia de residentes mapuches acostumbrados a recibir turistas. Por eso su buena atención, ya que ofrecen sus artesanías en madera y tejidos.

En Junín de los Andes pensába sólo en dar una vueltita para luego seguir viaje. Yo ya había estado allí en dos oportunidades hace ya bastante tiempo, y nada me había atraído. La veía árida y nada atractiva. En cambio ahora, no es así. Es una ciudad limpia, ordenada, en crecimiento, de moderna y cálida arquitectura y mucho es lo que se está construyendo. Y es en esta ciudad donde vale la pena detenerse para visitar una obra de gran riqueza artística de inigualable característica: el Vìa Christi (camino de Cristo).

El Vía Christi es un ambicioso proyecto que comenzó a ejecutarse a partir del año 2000. En sus estaciones se recrea la vida de Jesús, cuyo recorrido de mas de dos kilómetros, se inicia al pie del forestado cerro de la Cruz —aledaño a la ciudad— comenzando con el grupo escultórico que representa el misterio de Dios hecho hombre (el nacimiento). Las esculturas son de hormigón armado y el tamaño de cada personaje es de 2,8 veces el volumen natural. Estas impresionantes obras de arte sacro son de la creatividad del arquitecto Alejandro Santana, quien ingeniosamente hizo que razas, personajes y tiempos se encuentren, como se puede apreciar en la segunda estación donde un Jesús mapuche está frente a San Francisco de Asís, las madres del dolor, Teresa de Calcuta, la beata Laura Vicuña (quien vivió y murió en Junín de los Andes), Mahatma Gandhi, Martín Luther King, y el Padre Carlos Mugica, entre otros.

Después de varios días, no sin antes disfrutar de San Martín de los Andes, la nueva Villa Meliquina, Villa Traful, recorrer los renombrados Siete Lagos y permanecer en la paradisíaca Villa La Angostura, pasé raudamente por San Carlos de Bariloche para luego tomar la ruta 237 junto al río Limay. Dimos una vueltita por Piedra del Aguila y mas adelante...¡Epa! Me sorprendió un “mordido” gran cartel que nos previene que a 17 kilómetros hay “seres muy voraces. Después otro que dice “Cuidado, dinosaurios”, un enorme letrero maltratado por un sangriento reptil gigantesco, y un último cartel, ahora ya entre los dientes del coloso, que nos da la Bienvenida a Villa El Chocón ,que tiene un museo tan fantástico como el de Plaza Huincul. Es el Museo Ernesto Bachmann, que alberga al más grande de los carnívoros que habitaron la Tierra. Es el Giganotosaurus carolinii, hallado en 1993 a 18 kilómetros al sudeste de esta localidad por el mecánico, ahora director del Museo, Rubén Darío Carolini.

De este sorprendente descubrimiento fueron rescatados mas del 80 por ciento del esqueleto y se calcula que el gigante, de andar bípedo, medía casi 14 metros de lago, 4,60 de alto hasta la cadera y pesaba entre nueve y diez toneladas y media.

Con felicidad y energía regresé a casa no sin antes recorrer los senderos transitados por prehistóricos habitantes de la Reserva de Lihue Calel en la provincia de La Pampa. Así termina este relato, con la siguiente conclusión: que lo que no fue programado antes de realizar el viaje, fue lo que más nos atrajo e impactó.

Julio Roldán
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