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domingo,
22 de
julio de
2007 |
El último tomo de Harry Potter arrasó en las librerías del mundo
El séptimo y último tomo de la saga de Harry Potter voló ayer de las estanterías de las librerías y otros comercios, mientras sus fanáticos alrededor del mundo adquirían copias para descubrir el destino del joven mago y sus compañeros de Hogwarts. “Harry Potter and the Deathly Hallows” de Joanne K. Rowling, parece destinado a convertirse en el libro de venta más rápida en base a estimaciones preliminares, luego de meses de promoción y un lanzamiento cuidadosamente orquestado, diseñado para aumentar el suspenso y las ventas.
A Rosario llegó poco más de un centenar de ejemplares. Esa cantidad prácticamente se había vendido en las primeras horas de la tarde de ayer. El libro cuesta 108 pesos.
Adelanto. Pese a que la versión en español estará traducida y a la venta en Buenos Aires recién a fines de febrero de 2008, muchos chicos y también algunos grandes reservaron su ejemplar en inglés y formaron largas filas en las puertas de grandes librerías porteñas como Yenny o Cúspide, para acceder a la versión en inglés.
Filtraciones en internet del contenido del libro y artículos de diarios con revelaciones importantes del final no parecen haber reducido el entusiasmo de los lectores viejos y jóvenes, miles de los cuales se disfrazaron como personajes del libro para esperar su salida.
Algunos no pudieron esperar para averiguar el destino de los personajes con los que han crecido durante la última década. “No pude evitar echar un vistazo al final primero”, reconoció Vineet Sharma en Mumbai, India.
Vestidos como brujas, héroes de Hogwarts o simples “muggles” sin habilidades mágicas, los fanáticos de Harry Potter enfrentaron una lluvia torrencial en Londres o se despertaron de madrugada en la India, Australia y decenas de países para comprar una de las primeras copias.
En Nueva York, dos jóvenes vestidos como magos corrían de un lado a otro con escobas entre sus piernas, mientras aparentaban jugar un partido de “quidditch”.
Julia Schafer, una trabajadora social de 26 años, estaba al final de una fila que comenzaba en la entrada de la tienda y se extendía alrededor de la manzana, esperando ansiosamente para conocer el destino de su héroe. “Verdaderamente espero que Voldemort muera. El mal debe terminar”, sostuvo y confesó que le entristece ver el final de la saga.
El viernes, socorristas debieron rescatar a un ávido fanático desde un lago en Canberra, la capital australiana, donde se sumergió sólo para recuperar un comprobante de compra necesario para retirar su libro.
Las primeras reseñas, algunas de las cuales aparecieron antes de la fecha oficial de publicación, fueron extremadamente positivas. “Este pesado volumen pone un espectacular fin a la saga de Harry Potter”, dijo Kate Muir en el Times.
Filtraciones. La expectativa ha sobrevivido a una serie de filtraciones en internet, tanto reales como falsas, y una equivocación de un distribuidor estadounidense de la red, que por error envió 1.200 copias en tapa dura a compradores días antes de la publicación.
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