Gracias por la simpleza

Mucho se va a decir después de la partida de uno de los personajes más simples y a la vez virtuosos de Rosario. Posiblemente ahora hasta nos cobren por ir a llorar a El Cairo. La verdad es que lo mejor que tenía el Negro es que era de barrio, que conocía la calle. En segundo plano queda la virtud para expresar toda su sabiduría callejera en sus libros. Roberto Fontanarrosa es más que un excelente escritor o dibujante. Los rosarinos lo sentimos como un amigo. Sólo en una oportunidad tuve la suerte de compartir una charla personal, café de por medio, y eso es mi mayor orgullo. Es así maestro, el mundo ha vivido equivocado, usted es una lección de vida aunque uno nunca sabe qué no sé si he sido claro. Gracias maestro por las risas, los llantos, las enseñanzas. A pesar de ser canalla y yo leproso, gracias por eso también, por la rivalidad. Gracias por la simpleza. Nunca habrá otro como usted.

Marcos Jaimes

DNI 28.101.279