Por el Kily González se habla poco y nada

Carlos Ischia parece decidido a esperar que el tiempo pase y prefiere no agregar una palabra de más a la situación que le tocó atravesar durante la semana. Ayer tampoco quiso hacer declaraciones con grabador abierto. Aunque sí aceptó una charla camino al vestuario de la ciudad deportiva, donde dio los detalles de los amistosos y lo único que dijo sobre la polémica cuestión de Christian González es que “en fútbol no hay que dar nada por cerrado”. Pero esa fue una respuesta de compromiso y no sonó optimista para la operación retorno del Kily, quien ayer le confesó a este medio que prefiere “no hablar más del tema”.

  Ischia comentó que el viernes a la noche se reunió con el presidente Pablo Scarabino. Pero sólo se limitó a decir que fue por las cuestiones habituales de trabajo.

  A propósito, Scarabino en los últimos días mantiene un llamativo silencio, cuando hay muchas cosas sobre las que el socio y el hincha merecen una explicación.

  Respecto de la posibilidad incierta del retorno de Christian González, Ischia se mantuvo en su postura de no contar los detalles de la reunión que mantuvo con el jugador y lo que charló con Scarabino. Cuando se le preguntó si podía decir si era tema cerrado, el DT lanzó una de las verdades más reiteradas en este ámbito: “En fútbol no hay que dar nada por cerrado”.

  Esto marca que Ischia estaría dispuesto a recibir nuevamente al Kily (al menos eso fue lo que dio a entender el jugador), sin embargo la traba estaría dada en que para el presidente es tema cerrado. “No quiere saber nada con su vuelta”, dicen las personas vinculadas al titular canalla provisional, quien primero dijo que no le hicieron llegar ningún ofrecimiento al jugador, porque consideraba irrisoria la cifra que le podían proponer y luego porque “el técnico no se lo pidió”.

  Por lo pronto, otro que parece haberse cansado de este manoseo es el Kily, quien le dijo a Ovación ayer que “no quiero hablar más del tema, porque si no seguirán saliendo cosas y no me interesa”.

  Hoy por hoy, la impresión es que se apuesta a dejar que el tiempo atempere el conflicto, por lo cual el Kily debería buscar nuevos horizontes.