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domingo,
15 de
julio de
2007 |
La filmación que fue a parar a una alcantarilla
El video en el que el camarógrafo argentino Leonardo Henrichsen filmó su propia muerte, durante el “tanquetazo” en Chile en 1973, fue hallado casi por azar y pasado en cines céntricos de Santiago sin que se supiera exactamente su origen.
Después de ser herido de un balazo en el pecho, Henrichsen, que grabó a su propio asesino, el cabo Héctor Bustamante Gómez, mantuvo algunos minutos más, ya desde el suelo, la máquina encendida. Los soldados le pegaron en la cara y golpearon la cámara, que luego escondieron en una alcantarilla de la esquina de Agustinas y Morandé, en el centro de la capital chilena.
El presidente de Chile Film, que filmaba desde un helicóptero, registró la escena, y le avisó a Augusto “Perro” Olivares, consejero de Prensa del presidente Salvador Allende. Más tarde, una brigada “leal” rodeó la alcantarilla y rescató la cámara, llevada luego a la casa particular de Allende, donde se vieron por primera vez las grabaciones, delante de las autoridades de Chile Film y de TV Nacional.
La filmación, finalmente, quedó en manos de Chile Film y, por una cuestión de posibilidades técnicas, fue traslada a Buenos Aires el 1º de julio para ser revelada y volvió esa misma noche a Santiago.
Convencidos de que se trataba de una cámara de los propios militares —que no se rompió del todo porque eran máquinas de doble chasis y la filmación estaba justamente en el que quedó sano—, la grabación empezó a ser difundida en 14 cines céntricos. El matutino santiaguino La Nación señaló en tapa: “Este es el asesino. El muerto lo denuncia”, con la foto de Bustamante Gómez.
La embajada de Suecia descubrió que la corta película era fruto del trabajo de Henrichsen, hizo el reclamo y entonces la Justicia prohibió su difusión, secuestró todas las copias y citó a declarar al camarógrafo argentino, que para entonces llevaba casi un mes muerto.
Esa grabación de dos minutos fue pasada en 1973 por canal 13, rescatada por Fernando Bravo en “Siglo XX Cambalache” y el canal de cable PyE usó fragmentos en unas pocas ocasiones.
Leonardo Henrichsen sólo tiene un monumento en Bariloche, un capítulo de un libro de autor venezolano dedicado a periodistas muertos en plena tarea (“Morir en la noticia”) y una fecha, la del mismo 29 de junio, convertida en Día del Camarógrafo, aunque con muy escasa prensa en Argentina.
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