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domingo,
15 de
julio de
2007 |
La actriz será desde hoy y hasta el viernes el Hada de “La Cenicienta”
Barbarossa: “Todos tenemos la ilusión de encontrarnos con nuestro príncipe azul”
La intérprete dijo que ama el teatro para niños y que no le interesa la TV de los realities
Orlando Verna / La Capital
No para de desplegar su verborragia y su simpatía hasta cuando posa para el fotógrafo, mientras se deshace en elogios al teatro y a su nueva directora. Estuvo por última vez por Rosario en septiembre de 2005 haciendo “Locas de atar”, junto a Anita Martínez, y está ensayando “El mejor país del mundo”, una obra que estrenará en agosto en Tucumán. Pero antes animará las vacaciones de invierno en la ciudad. Dice amar los espectáculos para niños y por eso ya hizo “Doña Disparate y Bambuco” y “La familia Frankenstein”. Desde hoy Georgina Barbarossa será el Hada de “La Cenicienta”, una puesta del Estudio de Comedias Musicales que, bajo la batuta de Nora González Pozzi, se presentará desde hoy y hasta el viernes, a las 15.30, en El Círculo (Laprida y Mendoza).
—¿Cómo es tu personaje en la obra?
—Es un personaje divino. Es el hada madrina, porque si fuera la protagonista sería la Cenicienta de la tercera edad (risas). Se me complicaba con las fechas porque estuve viajando, pero cuando Nora me llamó, me encantó la idea y no dudé en aceptar.
—¿Qué te pareció la adaptación a un musical?
—Es un clásico delicioso que le gusta tanto a los padres como a los chicos. Ustedes (los rosarinos) saben de la calidad de los espectáculos que monta Nora y para mi hacerlo es un placer porque es un poco actuar y jugar. Los invito a que vengan a jugar con nosotros.
—¿Por qué le dijiste que sí a la obra?
—Porque en el fondo todos tenemos la ilusión de encontrarnos con nuestro príncipe azul o nuestra princesa, casarnos, tener hijos y ser felices. En este momento donde la violencia es permanente (su marido, Miguel Lecuna, fue asesinado en un asalto callejero en noviembre de 2001), poder permitirte entrar por un ratito en un cuento de hadas es algo maravilloso.
—¿Cómo se hizo el contacto?
—A través de Gustavo Zajac (director de “Víctor Victoria” y “Tangorama”) que es docente del Estudio de Comedias Musicales. Nora le preguntó, él me propuso para el personaje y me llamó. Amoroso Gustavo, porque nunca habíamos trabajado juntos.
—¿Por qué elegís hacer espectáculos para chicos?
—En realidad es el público que más quiero y respeto, porque si a los chicos no les gusta lo que ven, no prestan atención y chau. Y si les gusta, participan, y a mi me encanta. Yo, que hice mucho café concert, me agrada mucho eso de que alguien del público te hable y le puedas contestar.
—¿Podés salirte del guión?
—Eso es lo bueno, la adrenalina del teatro. Pero para salirte del guión tenés que saberte muy bien la letra. Para improvisar tenés que saber muy bien lo que estás haciendo, porque si te hacés el canchero te podés perder.
—Estuviste viajando, ¿cómo hicieron para ensayar?
—Fue un año de muchos viajes. Con Marley fui a Las Leñas y al glaciar Perito Moreno, y después hice una película, todo en el sur. Ahí me llama Nora para hacer “La Cenicienta”. Pero ya tenía planeado un viaje a España para visitar a mi hermana e ir a Londres para ver teatro. Este año viajé como una loca, así que ensayamos antes de irme a Europa y ensayamos ahora.
—¿Cómo es la película que estuvieron rodando?
—Por eso estoy morocha, porque estuve filmando “Gigantes de Valdés”, de Alex Tossenberger, que se va a estrenar en enero del año próximo. Se filmó en Puerto Pirámide con Isabel Macedo, Alfredo Casero, Federico D´Elía, Miguel Dedovich y Mirta Wons. Alex ya ganó muchos premios haciendo documentales e interactuamos mucho con la fauna, sobre todo con las ballenas.
—¿Cuál es la historia y cuál tu personaje?
—Es una historia de ecología pero a su vez habla de una historia de amor. Es un chico que quiere hacer un hotel cinco estrellas en Puerto Pirámide. Pero como está prohibido busca hacer un negociado. Ahí se encuentra con un pescador, un hombre grande que no sabe leer ni escribir. El joven le enseña a leer y a escribir, y el hombre le enseña los verdaderos valores de la vida. Yo hago de la almacenara que sale con el pescador. Es una historia genial que habla de la ética, la moral, la ecología, de las cosas que importan en la vida.
—¿Cómo quedó tu relación con la televisión?
—No tengo proyectos en la tele. Esta televisión no me interesa para nada. No me gustan los realities. Hasta que no aparezca una cosa más interesante, no voy a hacer televisión. Me llamaron para hacer “Cantando por un sueño”, “Bailando...” y “Gran hermano”, pero no tienen nada que ver conmigo.
—¿Por qué?
—Yo quiero actuar o conducir un programa como la gente. No tengo ganas de estar conduciendo y estar hablando todo el tiempo de “Gran hermano” o de “Bailando por un sueño”. A esta altura del partido trato de elegir cosas que me interesan. Por eso hago cine y teatro.
—¿No creés que la televisión otorga protagonismo?
—Yo soy popular gracias a la televisión, pero no a esta televisión.
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"En este momento donde la violencia es permanente, poder permitirte entrar en un cuento es algo maravilloso", aseguró la intértprete.
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