¿Por qué un alumno no aprende en el aula?

¿Por qué un alumno puede aprender muchas cosas fuera de la escuela y no en las aulas? Para responder a esta pregunta, el director del Irice, Raúl Gagliardi, se remite a la experiencia recogida al trabajar para la Oficina Internacional de la Educación de la Unesco, donde elaboró un listado puntual de los obstáculos más frecuentes. “Esto lo recogí a partir de la propia experiencia de los maestros, dejando un poco de lado el mundo académico y trabajando en las escuelas, porque entiendo que es allí donde hay que hacer investigación y analizar los problemas de los alumnos”, dice para definir su campo de trabajo de preferencia.

El primer problema de los alumnos para aprender que cita Gagliardi es el obstáculo de tipo conceptual, es decir cuando se pretende avanzar en conocimientos sin tener otros aprendidos.

Otro obstáculo es del tipo emocional, muy frecuente —dice el director— en los casos de fundamentalismo religioso, cuando se quieren abordar temas tabú, lo que genera una especie de malestar en el alumno.

También nombra los problemas de tipo lógico. Si la lógica del niño no está desarrollada suficientemente seguro impedirá que siga aprendiendo. “En particular, —agrega— hay un problema muy grande que es la capacidad de comprender sistemas complejos. Si el pensamiento que se desarrolla es muy lineal, hay entonces serias dificultades para entender sistemas en redes; por tanto sin esa capacidad no aprenderá ni sistemas sociales ni procesos productivos complejos, por ejemplo”.

Para Gagliardi otro problema fundamental es el vinculado con el desarrollo del lenguaje: “Un chico que no desarrolló bien su lengua materna, tiene dificultades en matemática. La enseñanza de la lengua es clave, también la lectura y la escritura”.

Y resalta que es fundamental para superar estos problemas aprender la comprensión lectora. “Si el alumno no puede comprender un texto escrito difícilmente aprenderá otras cosas, que necesariamente hay que leerlas y sirven en su vida cotidiana”.

La autoestima funciona como un verdadero obstáculo a la hora de aprender, dice el director del Irice. Luego se remite a una investigación que desarrolló el equipo de la doctora María de los Angeles Sagastizabal desde el Irice, donde se demuestra cómo y cuánto influye en el aprendizaje la opinión negativa que tienen los maestros sobre los alumnos más pobres.