Inmaculada y sagrada escuela

“Cualquier sospecha sobre la escuela hace que todos se rasguen las vestiduras, es como hablar de la corrupción en la Iglesia. El tema es delicado, se sabe que existe pero no se puede estudiar”. El comentario es del pedagogo Emilio Tenti Fanfani, investigador del IIPE Unesco, y lo hace para desmitificar la mirada casi inmaculada que parece revestir a la educación.

Para el educador, esta idea tiene que ver “con el carácter sagrado de la escuela”.

¿Y de dónde viene ese carácter sagrado? Tenti Fanfani lo atribuye al mismo origen de la escuela, a un Estado que tiende a reproducir en el ámbito escolar las mismas formas con que se manejó la Iglesia durante siglos.

“Antes el saber era el saber de Dios revelado a través de sus profetas, luego pasó a ser la ciencia. La observación, más la experimentación, dieron lugar a una nueva verdad. Pero es aquí que la ciencia pasa a ser la verdad sagrada, indiscutida, por eso Verdad y Ciencia se escribían con mayúscula, casi como un sinónimo de la Biblia”, explica el especialista para agregar que “los encargados de difundir la ciencia eran los maestros que se convirtieron en sacerdotes y apóstoles en la difusión de la ciencia, en tanto que las escuelas pasaron a ser los templos del saber”.

   Enseguida pone como ejemplo a las épocas del dictador Porfirio Díaz, en tiempos previos a la revolución mexicana (siglo XIX), cuando un decreto obligaba a reproducir la oración que rezaban los niños de escuelas religiosas en las escuelas laicas. Pero esta vez con un rezo a la ciencia, destacando a la patria y al Estado. La escuela así —dice Tenti— se volvía un lugar sagrado.

Para el investigador de la Unesco, la educación está sacralizada y eso funciona como un verdadero obstáculo para el estudio, el análisis de cualquier tema que ponga en duda su sentido.

También, y por la misma razón, cualquier caso que ponga en duda lo realizado por la escuela lo vuelve doblemente en un hecho noticioso capaz de ganar rápidamente la tapa de los diarios y demás medios informativos.