Italia

Venecia colmada por los turistas

Venecia, el nombre que evoca románticos paseos en góndola, recorridos por callejuelas misteriosas y cenas con vistas al Gran Canal, es en realidad una ciudad bastante diferente. Las masas de turistas avanzan como pueden por las estrechas callejuelas, las decenas de góndolas se agolpan en los canales y cientos de puestos ofrecen por todas partes máscaras baratas “made in China”. “Venecia corre el riesgo de asfixiarse ante el asalto turístico”, advirtió el ministro de Cultura Francesco Rutelli.

Junto con expertos, empresarios y políticos debatió diversas soluciones al dilema de la ciudad de los canales en un congreso celebrado bajo el lema: “Venecia, realidad y visiones para el futuro”. Sólo el fin de semana pasado llegaron 150.000 visitantes a la ciudad, en gran parte turistas de un sólo día. “Eso antes sólo ocurría para el Carnaval o durante el festival de cine”, comentó el diario “La República”.

Los venecianos mismos consideran insoportable esta “invasión” y huyen en masa. La ciudad cuenta hoy en día con sólo 50.000 habitantes.

Hace 50 años aún eran 170.000. Recuperar habitantes y mitigar el turismo es la meta más urgente de las autoridades locales. En ese sentido, hay una propuesta que circula desde hace tiempo. La palabra clave es “entrada”. “De alguna manera, Venecia es como Disneyland, y dado que los visitantes de Disneyland pagan 50 euros por entrar, no entiendo por qué en Venecia no debería ser de la misma manera”, sostuvo John Kay, experto en economía del “Financial Times”. Pero el alcalde Massimo Cacciari rechaza esta idea.

Y es que los precios de los transportes públicos ya son tan caros en su ciudad, como si fuera una entrada, dijo el carismático político. Y está en lo cierto: Un simple viaje en “vaporetto” (autobús acuático) ya cuesta seis euros (ocho dólares), y un ticket de 24 horas, 15 euros (20 dólares). También se pensó en cobrar entrada sólo para la Plaza de San Marcos. “Pero no sería correcto transformar el lugar en un museo. Una plaza pública no se puede cercar”.

Para liberar el centro de la ciudad, se mejorará el estado del Lido. Se construirá un nuevo centro de congresos y un moderno “Palazzo del Cinema” para el festival de cine. De los 70 millones de euros que cuesta el proyecto, 20 millones serán aportados por el Ministerio de Cultura. Y otra propuesta salió a la luz en el congreso: El presidente de Telecom-Italia, Pasquale Pistorio, se pronunció a favor del desarrollo de un “Laguna Valley”, en referencia a “Silikon Valley” en Estados Unidos.

Su idea es que en las islas que rodean a la ciudad se instalen en los próximos diez años hasta 300 empresas de alta tecnología.

Eso podría generar numerosos puestos de trabajo y hacer que la ciudad fuera financieramente más independiente.