|
domingo,
27 de
mayo de
2007 |
Palabras, laberintos y grisura
Por Mauricio Maronna / La Capital Las elecciones en Río Negro confirmaron la tendencia: los oficialismos provinciales acumulan victorias tras victorias, y en ninguna de ellas Néstor Kirchner aparece como perdedor. Todo gracias a esa construcción dialéctica llamada Concertación Plural, funcional al gobierno central porque permite que los radicales que ganan vayan añadidos a la letra K y poco traumática para los reelectos, que deberán convivir cuatro años más con la billetera de la Casa Rosada, seguramente administrada por el "pingüino o la pingüina". Una obligación extra para el justicialismo santafesino, que deberá revalidar también su título.
El kirchnerismo ha demostrado un rotundo fracaso a la hora de consolidarse como espacio político, cuestión que el jefe del Estado internalizó tras el sonoro cachetazo que llegó desde Misiones. "Esto no me pasa más", se juramentó el santacruceño, quien a partir de ese momento jugó fichas a favor del Frente Cívico en Catamarca, del peronismo pura sangre en Entre Ríos y del radical K Miguel Saiz en Río Negro. El ultraoficialista Miguel Pichetto, encargado de defender en el Senado hasta los proyectos más esperpénticos del Ejecutivo, quedó murmurando su bronca en silencio.
Tras comprobar que el piso comenzaba a temblar luego de la peor semana que pudiera imaginar (por el escándalo Skanska, la rebeldía en su propio pago y el feroz ataque a su hermana Alicia), Kirchner demostró que cuando un proyecto hegemónico empieza a corroerse hay que salir rápidamente a galvanizarlo. Y actuó en consecuencia: echó a dos funcionarios ligados al ministro Julio De Vido, ordenó frenar el proyecto sobre la Auditoría en Diputados y hasta se permitió romper la cerrazón informativa, concediendo una larga entrevista radial.
Balas que pican cerca
Por primera vez se dio cuenta de que las balas pegaban demasiado cerca Le puedo asegurar que al Narigón hablar con Magdalena Ruiz Guiñazú le produce la misma sensación que tragarse un escuerzo gigante dijo sin dobleces a La Capital un conocedor del huracanado humor presidencial El gobierno debió ceder a los reclamos de los docentes santacruceños y confirmar el acto en Mendoza después de asegurarse el traslado de militantes rentados desde todos los puntos de la geografía argentina
"Es verdad, mandamos cerca de 50 micros", confirmó a este diario un habitante de la Casa Gris. El temor a un escrache por parte de organizaciones integradas por víctimas de la inseguridad cuyana y la información provista por la Side respecto a la presencia de grupos de izquierda dejó anclados en la ciudad de Buenos Aires a los militantes de Quebracho.
Finalmente, la postal que quería el gobierno quedó estampada con Kirchner, Cristina Fernández y Julio Cobos saludando a la multitud. En poco tiempo más se sabrá si el mendocino será el candidato a vicepresidente o, como prefieren los peronistas no kirchneristas, ese lugar le será ofrecido a Carlos Reutemann, quien despeja esa opción como si una mosca molesta intentara posarse sobre su humanidad. El Lole sabe que Alberto Fernández, Oscar Parrili y otros funcionarios con despachos vecinos al del presidente prefieren a Cobos.
En el bielsismo han tomado nota (tarde) que una eventual candidatura de Reutemann levantaría las acciones del ex canciller, si es que logra ganar las internas. "Ahí va a tener que jugar o jugar en la provincia, no se puede dar el lujo de que el peronismo pierda en su comarca", se entusiasman los lugartenientes de Jorge Obeid y del propio Rafael Bielsa.
"Resulta que ahora yo soy indispensable para que gane el justicialismo... ¿No es que estamos ante el mejor gobierno de la historia santafesina? Leo los discursos y nadie recuerda que acá, desde el 91, nunca perdimos una elección a gobernador", responde el senador cuando se lo consulta sobre su rol en la campaña. Después repite que Cobos "es el caballo del comisario" para la vicepresidencia y que Kirchner o su esposa tienen el triunfo asegurado.
El Binnerazo tan temido
Reutemann se entrevistó hace pocos días con empresarios rosarinos en la ciudad y percibió que muchos tipos con poder tienen ganas de que haya un Binnerazo
Poco a poco el peronismo santafesino (medido como Frente para la Victoria) mejora su intención de voto a partir de la tracción de intendentes, presidentes de comuna y senadores. Aunque en el campamento bielsista dan por seguro el triunfo de su postulante, Agustín Rossi crece en departamentos del norte, consolida apoyos gremiales y borró definitivamente lo que meses atrás su adversario declaró: "La interna se terminó".
Los dichos poco afortunados de la candidata a vicegobernadora del Frente Progresista, Griselda Tessio, hablando de un posible fraude en Santa Fe y aludiendo a que "ellos (por los peronistas) tienen las armas y nosotros la poesía", lejos de seducir al históricamente moderado electorado santafesino fue mal recibido en todos los puntos de la bota.
La ex fiscal utilizó la semana pasada durante una charla con La Capital el mismo yeite que ensayan los políticos tradicionales: dijo que "un periodista" la sacó de contexto. Luego la emprendió contra el "populismo y las políticas conservadoras que lleva adelante el gobierno provincial". Bielsa no escatimó adjetivos a la hora de la respuesta: previno que la coalición tendrá gravísimos problemas de gobernabilidad en caso de ganar, alineó al Frente Progresista entre quienes iban a golpear las puertas de los cuarteles y levantó la autoestima de los militantes del departamento General López, territorio del senador Ricardo Spinozzi, dirigente clave para las aspiraciones de PJ.
Ni lerdos ni perezosos, los socialistas hicieron aterrizar en el despacho de Kirchner (¿Parrilli abrió otra vez las puertas?) un sondeo que indica que casi el 65% de los sufragantes a Binner votaría a Cristina Fernández en las presidenciales. Una manera de sugerirle por vía indirecta al santacruceño que se mantenga prescindente.
Como en todos estos años, la expectativa empieza a posarse sobre el 20 de junio, Día de la Bandera y de los gestos políticos más mediatizados de la historia política contemporánea en la provincia. "Va a hacer la gran Kirchner: repartirá elogios por igual hacia el gobierno provincial y la Municipalidad. La madre de todas las batallas para él es la ciudad de Buenos Aires. Ustedes ya lo escribieron, pero les confirmo que si no gana (Daniel) Filmus hará lo imposible para que no triunfe (Jorge) Telerman. De última, (Mauricio) Macri será su enemigo perfecto para el 2011", dice el informante, integrante de la comitiva presidencial que viajó a Mendoza.
Ya sin ley de lemas, la campaña en Rosario igualmente sigue bordeando la esquizofrenia: Carlos Comi, candidato a intendente del Frente Progresista por la Coalición Cívica, criticó a Miguel Lifschitz con más virulencia que cualquier opositor. Si logra hacer ingresar un concejal a la lista, éste deberá hacer proselitismo con los socialistas y la gestión Lifschitz, aunque se sienten traicionados por el intendente. "Nos empomó (sic) a nosotros y a (Jorge) Boasso pidiéndonos a través de terceros que mantuviéramos la lista pero que a último momento nos incorporaría. El 2 de septiembre vamos a cortar la boleta que lleva su nombre", brama un miembro del ARI-Coalición Cívica.
Laberinto rosarino
Cosas de la política nativa el ARI oficial santafesino respalda a Lifschitz guarda silencio sobre Elisa Carrió y tiene un lugar de privilegio en la nómina de candidatos a diputado provincial donde Alicia Gutiérrez está en tercer lugar
Jorge Boasso, también precandidato a intendente del Frente Progresista, comparte buena parte de la bronca de Comi y denunció que Miguel Zamarini, primer aspirante a concejal del PS, le prometió "algo que nunca cumplió". Para completar esta ilógica realidad, Comi y Boasso dividirán sus votos y permitirán que, finalmente, la lista del titular del Palacio de los Leones se imponga con tanta claridad que impida la integración de Néstor Trigueros (radicalismo) o Nire Roldán (ARI-Coalición Cívica). A menos que uno de los dos sectores baje su postulación en las próximas horas.
Las confusiones, los triples mensajes, las candidaturas a cualquier costo y las alianzas por temporada (se observa ahora con claridad) no eran propiedad de la demonizada ley de lemas, ya sepultada definitivamente. La política sigue estando tan cerca de la gente como Rosario de Alaska, aunque el sistema electoral venga con el pomposo rótulo de primarias abiertas, obligatorias y simultáneas.
A este novelón le faltan varios capítulos.
[email protected]
enviar nota por e-mail
|
|
Fotos
|
|
|