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domingo,
27 de
mayo de
2007 |
Hace 20 años un joven alemán desafiaba el poder soviético
Mathias Rust recuerda el osado aterrizaje con su pequeño avión en plena plaza Roja
Carlos von Kreitmayr / DPA
Hamburgo. - Hace 20 años, el 28 de mayo de 1987, unas imágenes legendarias recorrieron el mundo. Una pequeña avioneta Cessna planeando entre edificios y aterrizando con toda naturalidad en la plaza Roja de Moscú. A bordo, un muchachito alemán de 19 años, Mathias Rust. ¿Un visionario, un iluso o un perturbado? Muchos estaban seguros de que era todo eso y algo más. Hoy, 20 años después, rondando los 40, el hamburgués Mathias Rust dice que si pudiese, borraría todo eso de su memoria y de los libros de historia, según declaró al diario Bild.
Otros muchos se preguntan cómo fue posible que Rust, con su pequeño Cessna 172, lograra superar sin un rasguño el sistema de defensa antiaérea de la otrora poderosa Unión Soviética, más aún si se tiene en cuenta que en 1983 este mismo sistema derribó un avión de pasajeros surcoreano con 269 personas a bordo.
Para los expertos, Rust, que había obtenido semanas antes su licencia de piloto, si bien arriesgó mucho, no tuvo muchos problemas para llegar a Moscú. Había partido de Uetersen, un pequeño aeródromo cercano a Hamburgo, rumbo a Escandinavia. Allí se pierde el rastro y sólo vuelve a reaparecer en la plaza Roja. Nunca lo reveló, pero para los entendidos, desde la costa Báltica sólo había que volar sobre el tramo de la vía férrea para llegar a Moscú, a una altura muy escasa, fuera del alcance de los radares de la defensa antiaérea.
Para la URSS, la inesperada visita de Rust causó un temblor político, teniendo como consecuencia el relevo, por orden del presidente Mijail Gorbachov, del ministro de Defensa Serguei Sokolov y del jefe de la defensa antiaérea, Alexander Koldunov, por incapaces.
Arresto y condena
Rust fue detenido sometido a proceso y condenado en la URSS Un año después fue indultado y retornó a Alemania donde realmente comenzaron para él los problemas Entró varias veces en conflicto con las leyes una vez cuando hirió gravemente a puñaladas a una enfermera de un hospital donde estaba cumpliendo el servicio civil
Se le retiró su licencia de piloto, pero tiene una nueva adquirida en "algún país sudamericano", según dice, y la última vez que voló fue en noviembre pasado.
¿Que pretendió con su vuelo? "Dejar una marca, una señal de paz, luchar por el desarme. Ahora me doy cuenta de que fui un iluso, guiado por la inocencia de mi juventud", dijo a Bild. Con 39 años, Rust acaba de divorciarse de su segunda esposa. Pasa la mayor parte de su vida en Berlín y actualmente se dedica a jugar al póquer profesional. Le gustaría volver a Moscú recordando el vigésimo aniversario de su aventura. "Pero esta vez en vuelo regular", dice l
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