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 domingo, 27 de mayo de 2007  
Se lanzó “Logo”, su cuarto disco de estudio
Kevin Johansen: “La ironía es un velo bajo el cual uno expone las verdades más tremendas”
El músico dijo que usa el humor en sus canciones para contar temas muy serios

Pedro Squillaci / Escenario

El músico dijo que usa el humor en sus canciones para contar temas muy serios

Para algunos es ese muchacho de voz grave que hizo un tema para “Resistiré”; para otros es el tipo de gran parecido con el Piojo López; para la gran mayoría es el músico inclasificable a la hora de componer, una suerte de karaoke multigénero, pero cargado de contenido. A Kevin Johansen le caben todos estos trajes, y los luce sin molestarse siquiera un poquito. “Logo” es el flamante cuarto disco de su carrera, junto a The Nada, y es una suerte de trabajo conceptual en base a una abierta crítica a la sociedad de consumo. Su forma de expresarse tiene un común denominador, la ironía, y él explica por qué simpatiza tanto con ese recurso: “La ironía es como un velo bajo el cual uno puede decir las verdades más tremendas”.

—¿“Logo” es un rechazo a la sociedad marketinera de estos tiempos?

—Es una observación de todo lo que nos rodea en la actualidad. Creo que es un título apropiado para el disco porque me parece que el momento que vivimos es bastante logo. Yo, mi hermana, tu abuela, todos tenemos un logo y somos como promotoras de diferentes logos. Y hasta gastamos plata para promocionar grandes marcas que llevamos puesta. A la vez, hay algo contradictorio, porque hay logos que son hermosos, están súper bien logrados y ésa es la parte atractiva, te enamorás de algo que representa otra cosa y en un punto es una hermosa mentira, porque esconde falencias humanas que no son tan perfectas como simboliza el logo.

—El humor sigue estando presente en “Logo”, como aparece en tus anteriores trabajos, ya es una marca dentro de tu estilo.

—Sí, hay diferentes grados de ironía que son aptos para ciertas cosas. Para mí la utilización de la ironía y el humor en algunas canciones tienen que tener un trasfondo serio, que a mí me importe contar. El tema de la rolinga es la historia de una chica que deja el rock por la cumbia, y me pareció interesante esta boludez de que el rock es mejor que la cumbia, o que la cumbia es una porquería y me parece que cada género puede ser increíble si esta bien tocado. La ironía es como un velo bajo el cual uno puede decir las verdades más tremendas.

—¿Cómo creés que la gente recibe el tipo de ironía que trabajás en tus canciones?

—Creo que no inventé la pólvora, ni mucho menos, porque desde Dylan a Sabina, desde García a Zappa, y hasta Luca Prodan, con “La rubia tarada”, lo han utilizado. Me parece interesante desde el punto de vista de la lectura, porque a la primera lectura te cagás de la risa y a la segunda decís “¿uy, qué quiso decir este hijo de su madre?”. En ese sentido, creo que la ironía siempre es interesante y más profunda, aunque a veces hay gente mucho más solemne que no la entiende. Uno puede ser profundo con ironía, no hace falta ser solemne todo el tiempo para ser profundo. Hay mucha gente que es solemne y es muy liviana.

—¿La tapa del disco con un zeppelin remite inmediatamente a la portada del primer disco de Led Zeppelin o fue una coincidencia?

—Tiene que ver, el dibujante hizo un guiño a esa tapa, la idea era utilizar lo antiguo en vez de irse a lo moderno, porque hace muchos años que existen los logos. La única idea que le di fue en la contratapa, porque le dije “me encantaría que esté el zeppelin prendido fuego” y le encantó. También asocié el fuego con logo en portugués, dado que la canción tiene algo de portuñol, y eso significa hasta logo, hasta luego, porque ya es tarde, en un punto el fin del mundo ya pasó, lo estamos presenciando y ahora vivimos un mundo presenciado.

—¿Por qué tenés esa lectura apocalíptica del mundo?

—Sí, creo que el fin del mundo ya pasó y lo estamos mirando, y lo peor es que no nos importa.

—En tus canciones sobrevuela la mezcla de géneros, ¿es también un mensaje de que el caos también llegó a la esencia de la música y todo se confunde?

—Me parece que por mi historia tengo más facilidad para adaptarme a diferentes géneros, creo que es verdad que en la variedad está el gusto, se puede hacer un tema jazzero o una buena cumbia y sonar fascinante. En Logo intenté no mezclar tanto, quise dibujar más claramente si era un rock, una cumbia, un country, porque, en definitiva, los géneros también son como logos.
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Kevin Johansen criticó al consumismo y a quienes miran el fin del mundo sin importarles nada.

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