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domingo,
13 de
mayo de
2007 |
Raldes tuvo su reconocimiento
Con el pitazo final de Luis Bongianino todo fue alegría en el Gigante. Se la debían los jugadores. Se la debían los hinchas. Todo, claro está, por la derrota que venía de sufrirse en el clásico. Tan latente estaba el recuerdo que bastó ver la emotiva despedida que el estadio, en especial la popular de Regatas, le brindó a Ronald Raldes, uno de los puntos (junto a Cristian Alvarez, a quien aplaudieron mucho también) más altos de aquel domingo fatídico.
Mientras el boliviano hablaba para la televisión, los hinchas se contuvieron, pero cuando enfiló hacia el vestuario, la cabecera del Gigante se unió en un mismo grito: “Olé, olé, olé, olé, Raldes, Raldes”, sonó fuerte el reconocimiento.
“Obviamente me causó mucha alegría y no puedo hacer otra cosa más que agradecerles a los hinchas. Volví de una lesión y cuando las cosas no me salían bien ellos siempre me apoyaron. Por eso les estoy agradecido”, le dijo el defensor a Ovacion cuando se retiraba de la cancha.
“No me lo esperaba”, se sinceró, antes de apuntar que “nosotros más que nadie queremos brindarles a los hinchas algo para festejar. Esperemos que sea pronto”.
Sobre el partido en sí, el boliviano destacó que se trató de una victoria “justa”, sobre todo porque “en el primer tiempo tuvimos muchas situaciones claras pero no las supimos convertir. En el segundo Racing salió un poco más, pero igual no llegó a complicarnos”.
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