Reparos a las orientaciones del Vaticano

Diana Renee / DPA

Aparecida. - El mensaje ortodoxo que trajo el Papa en su primera visita pastoral a América latina no logró convencer a los católicos brasileños que -dentro o fuera de la Iglesia- luchan por cambios en la rígida doctrina del Vaticano. La disidencia en el seno de la Iglesia era evidente en la ciudad santuario de Aparecida do Norte, donde cientos de representantes de movimientos de base de la Iglesia se dieron cita para defender una actuación eclesial volcada hacia los más pobres.

Los seminarios y debates se realizan cerca de la catedral basílica, donde el Pontífice inaugurará hoy la conferencia episcopal, destinados precisamente a intentar influir los rumbos de la reunión, que definirá las directrices para la actuación de la Iglesia en la región en los próximos años. En los seminarios participan religiosos y laicos que son simpatizantes de la Teología de la Liberación, duramente combatida por el Papa.

Por otra parte, la dura condena del Papa al aborto -que fue reiterada varias veces desde que llegó a Brasil- no logró convencer el gobierno del presidente Luiz Inacio Lula da Silva a desistir de su proyecto de abrir un debate sobre la despenalización de esa práctica. Además, las normas morales defendidas por Benedicto desataron la ira de grupos feministas, que realizaron protestas en varias ciudades brasileñas.

Incluso durante la permanencia del Papa en San Pablo, miles de fieles salieron a las calles para repartir un manifiesto en el que critican la posición del Vaticano contraria al uso de preservativos, anticonceptivos, al divorcio y al casamiento entre homosexuales.

Obispos brasileños admiten que las resistencias de católicos a las orientaciones de Roma son un obstáculo a que cumplan la misión que les entregó el viernes el Papa: la de evangelizar a todos y a cada uno de los católicos sin renunciar a la defensa de los rígidos principios de la doctrina de Roma.