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sábado,
10 de
marzo de
2007 |
Chávez tildó a Bush de "cadáver político"
Rodolfo Montes / La Capital
Filoso, histriónico, exuberante, y con letal precisión Hugo Chávez descalificó anoche la gira de George Bush por Brasil y Uruguay. Se tomó casi dos para explayarse contra el "caballerito del norte", repitiendo una y otra vez: "Es un cadáver político". El presidente venezolano, con el apoyo de un amplio arco de movimientos sociales y piqueteros cercanos al gobierno Nacional, llenó anoche con más de 30 mil personas el estadio de Ferrocarril Oeste, en la Capital Federal.
También hicieron su aporte numérico sectores de la izquierda no peronista, contrarios a la política K. Pero quedaron opacados en medio de un fervor pro Kirchner que partió desde arriba y desde abajo del escenario. Para alegría de la izquierda no peronista, Chávez y toda su gente se uniformaron con el color rojo, pero sus reiterados elogios al presidente argentino terminaron por convertir todo en una celebración kirchnerista, aunque sin Kirchner en la cancha.
Chávez fue entrando en clima en la noche fresca' de Buenos Aires, y con el público. Definió la etapa política como de "unión" entre Argentina y Venezuela, "a diferencia de la integración. Unión es voluntad, afecto, cooperación verdadera, como un matrimonio", explicó.
El aporte logístico de la Casa Rosada para la concreción del acto fue crucial, sin embargo, tal cuál se preveía, ningún funcionario de las primeras líneas se asomó por Caballito. Algunos pocos diputados como Edgardo Depetris, Miguel Bonasso y Rafael Bielsa, entre otros, se dejaron ver en el área Vip, sentados frente al escenario.
También tomaron posición en el corralito exclusivo, por caso, la dirigencia de la CTA (De Gennaro y Yaski), de Federación Agraria Argentina (Ricardo Buzzi), el banquero Carlos Heller -ahora precandidato en Capital Federal- y la santafesina de Firmat, y referente del trotskista MST, Vilma Ripoll, entre otros.
Todos, a su vez, confundidos entre las remeras rojas con la inscripción "socialismo bolivariano" de decenas de venezolanos que integraron la delegación caribeña.
El líder venezolano gozó ayer otra vez con un largo discurso en Buenos Aires. Subió y bajó los tonos, cambió los climas, gesticuló, susurró y también gritó. No sin reiterarse, y perdiendo en parte el efecto sorpresa, logró otra vez, la proeza de mantener atenta a buena parte de la multitud durante más de dos horas.
"Bush es un cadáver político que ya ni siquiera huele a azufre, muy pronto se convertirá en polvo cósmico", se divirtió Chávez con el jefe de la Casa Blanca. "Cuando algún periodista me menciona ante Bush, le da taquicardia. El me quiere cadáver físico", disparó Chávez, insistiendo con la denuncia de un presunto plan de EEUU para matarlo.
Luego, Chávez se rió de la mención que hizo Bush en las últimas horas sobre una posible reedición de la Alianza para el Progreso de los años sesenta. "Nos está ofreciendo 75 millones de dólares -por ayuda sanitaria- en tres años, que haga un rollo con esos dólares y se los meta en el bolsillo". Y finalizó: "Gastaron 600 mil millones de dólares en gastos militares en 2006, y nos quieren ayudar con 75 millones en tres años".
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El venezolano desplegó su magnetismo ante 30 mil personas.
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