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 domingo, 25 de febrero de 2007  
Kirchner irá el jueves a inaugurar las sesiones del Congreso

El jueves próximo, Néstor Kirchner, que dedica gran parte de las horas del día a fijar la estrategia de la campaña electoral, cumplirá una vez más con el deber constitucional de inaugurar las sesiones ordinarias del Congreso Nacional, el último de su actual gestión al frente del Poder Ejecutivo.

El año próximo, ese papel le tocará a quien triunfe en las elecciones presidenciales de octubre, lugar que -por ahora- Kirchner quiere que ocupe su esposa Cristina.

Precisamente el tema electoral es lo que más preocupa a la Casa Rosada y el propio presidente es no sólo quien define la estrategia del oficialismo, sino que comenzó a jugar a fondo y a marcar los tiempos propios y ajenos.

En efecto, el discurso presidencial del jueves último en la Casa de Gobierno, donde embistió contra Mauricio Macri y respaldó a Daniel Filmus, fue una clara demostración de cómo se va a desenvolver en los próximos meses.

Pero más allá de estos detalles, y mientras juega con que el candidato oficial “será un pingüino o una pingüina”, lo que hizo Kirchner con esta jugada fue “mojarle la oreja” a la oposición y obligarla a definir su armado.

Los cercanos al despacho presidencial afirman que, aunque no es su deseo ir por la reelección, si la oposición nacional se une, el presidente se postulará para un segundo mandato, pero si se atomiza la candidata será su esposa.

Kirchner quiere que Cristina sea la sucesora porque prefiere dedicarse al armado político del espacio de centro izquierda y con ese objetivo apunta con todas sus fuerzas a “despejarle el camino” a la senadora para que obtenga en octubre un porcentaje de votos suficientes para tener una base popular que le facilite la gobernabilidad en los tiempos difíciles que se avecinan.

En base a esta estrategia el jueves, y desde el atril de la Casa de Gobierno, Kirchner apuró a Macri a jugar en la nacional o en la ciudad de Buenos Aires porque en este último distrito se vota en junio -tres meses antes que las presidenciales- y sabe que el resultado en la metrópolis repercutirá en el resto del país.

Al mismo tiempo, enojado por la decisión del actual jefe de Gobierno que adelantó las elecciones, con su fuerte respaldo a Filmus, el primer mandatario tiró por la borda todas las esperanzas de Jorge Telerman de tener, eventualmente, el apoyo de la Rosada en sus aspiraciones reeleccionistas.

Pero más allá de todas las especulaciones políticas, Kirchner -que justamente hoy cumple 57 años- irá el jueves al Congreso Nacional para hablar ante la Asamblea Legislativa, fiesta democrática que tendrá también un tufo electoral. (DYN)
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