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domingo,
25 de
febrero de
2007 |
Argentino es un canto al fútbol
El equipo que dirige Jorge Díaz goleó a Dálmine en el Olaeta con una actuación difícil de olvidar
Domingo Celsi / La Capital
¿Son los Globetrotters? ¿Es showbowl? No, es el ballet de Jorge Díaz, que frente a Villa Dálmine dio una muestra futbolística digna de tener en la videoteca.
Está claro que este Argentino es muy distinto al del año anterior y eso que no son muchos los cambios de nombre, pero no hay dudas de que la mentalidad de este equipo está totalmente cambiada.
Desde que volvió la C, Argentino tiene tres triunfos (13 goles a favor) y una derrota -como mínimo dudosa por la opaca tarea del árbitro Lucas Di Bastiano- lo que demuestra claramente que este plantel tiene en claro que para llegar a luchar por cosas importantes hay que estar bien de la cabeza y el salaíto lo está.
Con Diego Bertollo como manija, el salaíto manejó el partido desde el comienzo, y cada que vez que llegaba hasta el área de Cupertino había peligro de gol, pero además los dirigidos por Díaz hicieron fútbol y no fulbito y ahí estuvo la diferencia, para liquidar el pleito por un 6 a 2 contundente y difícil de olvidar para aquellos que tuvieron la chance de disfrutarlo en vivo.
No se habían jugado ni diez minutos y el sala ya estaba en ventaja, cuando Müller puso la cabeza tras una perfecta habilitación de Chacón. El gol no frenó el ímpetu de los de barrio Sarmiento que siguieron buscando el arco de Cupertino, pero que cuando no tenían la pelota se sacrificaban para recuperarla y ese sacrificio tuvo su premio.
Poco después de la media hora llegó el primero de Bertollo -que un minuto más tarde armó una jugada monumental que primero abortó el travesaño y después Kapustenski la tiró arriba con el arco vacío. Dálmine descontó con un golazo de Ballini desde 30 metros, pero Carozo Raggio puso el tercero de penal tras una infracción de Esquivel a Müller.
Con una buena diferencia, Argentino se tomó quince minutos de descanso, pero después apareció otra vez Bertollo para meter un golazo al que sólo le faltó el marquito para tenerlo colgado en casa.
Müller no quizo ser menos y también hizo uno difícil de olvidar. El viola logró el descuento con un buen tanto de Trejo y después Gorosito dejó pasar una chance al desviar un penal, pero todavía faltaba lo mejor: el golón que hizo Kapustenski de rabona. Demasiado para una tarde y sobre todo cuando en los últimos tiempos lo que menos se ve en las canchas es fútbol.
Argentino está en la lucha por los lugares de privilegio y no es casualidad. En este equipo cada uno tiene en claro cuál es su función y la cumple a raja tabla. Al Clausura todavía le queda mucho camino por recorrer y si los salaítos siguen por este camino tienen muchas chances de estar en la definición.
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Fotos
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Raggio y Müller festejan.
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